Por Nuevo Diario.
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Violenta agresión y robo a Mario Ibáñez,
periodista de Policiales del Nuevo Diario, durante el ejercicio de su profesión. |
Mario
Ibáñez, periodista de Policiales de este Multimedio, sufrió ayer lunes una
brutal y patoteril agresión, amenazas de muerte y robo de material fotográfico
perteneciente a Nuevo Diario por parte de casi dos decenas de familiares de un
hombre que terminó con graves quemaduras en un accidente ocurrido en Maquito.
El hecho se produjo cuando el periodista trabajaba en la puerta del hospital
Regional, donde había sido trasladado el herido.
Todo
se inició ayer a la mañana, con la violenta explosión de un calefón en una
vivienda de la zona sur del departamento Capital. Un equipo periodístico de
este medio se trasladó hasta el lugar de los hechos, donde logró obtener tomas
fotográficas desde afuera de la vivienda. En el lugar, la jueza del Crimen de
Quinta Nominación, Dra. Rosa Falco habló con los medios de prensa y brindó
detalles de lo sucedido a Valentín Rímini (38 años).
Seguidamente,
el equipo periodístico se trasladó hasta el hospital Regional, luego de recibir
información del inminente traslado de Rímini desde el nosocomio donde se
encontraba internado, hasta un centro de salud de otra provincia.
Golpes,
amenazas y robo
El
periodista del Multimedio se encontraba en el nosocomio cuando advirtió que
habían sacado al paciente afuera y estaban por ingresarlo en una ambulancia. El
trabajador de prensa retrató el momento con un celular. En ese instante, sufrió
un fuerte y artero golpe desde atrás. “Que m... sacas fotos, te voy a hacer c...”,
le dijo uno de los casi veinte familiares de la víctima que se encontraban en
el lugar. Al mismo tiempo, le robó el aparato telefónico, mientras continuaba
amenazándolo de muerte.
Otro
de los sujetos le propinó un golpe de puño en el pecho y lo empujó, provocando
la rotura de sus anteojos de sol y haciendo que trastabillara.
Una
turba de una veintena de familiares de Rímini se abalanzó para continuar con la
salvaje agresión, aunque personal del Cuerpo Guardia de Infantería, que realiza
adicional en el hospital, salió del centro de salud y evitó que atacaran
nuevamente al periodista. Pero los insultos y las amenazas de muerte siguieron:
“Ya vas a ver, te vamos encontrar en otro lugar”, le dijeron a pesar de la
presencia de los uniformados.
En
tanto, el hombre que se apoderó del celular que contenía material fotográfico e
información privada perteneciente al Multimedio, se alejó con otros familiares
del accidentado, mientras que el periodista era resguardado en el interior del
centro de salud protegido por una docena de policías que evitaron que los
agresores se acercaran.
“Vas
a terminar preso”
Un
individuo, que se identificó ante los efectivos como el doctor Juan José
Sirena, retuvo al hombre de prensa de su brazo con firmeza y lo amenazó con
“que iba a tener problemas, perder el trabajo y terminar preso” por haber
sacado la foto; en un acto claro de intento de intimidación, avasallando las
más elementales normas de respeto a la libertad de expresión consagradas
constitucionalmente en nuestro país. El hecho generó la presencia de
autoridades de la Comisaría Tercera, quienes ya habían tenido problemas horas
antes con familiares de la víctima, cuando los uniformados intentaban saber las
causas por las que Rímini había terminado con graves quemaduras, teniendo en
cuenta que no habían solicitado ayuda médica y ellos mismos lo trasladaron al
nosocomio, revelaron fuentes policiales.
Los
uniformados tuvieron que trasladar al periodista en el patrullero hasta la sede
policial para “resguardar su integridad física”. A pesar de ello, ya en el
móvil, continuaba recibiendo improperios y amenazas.
“Que
le quiten el otro celular”
No
conformes con la agresión, los insultos, el robo y las amenazas, Sirena
solicitó a la policía en un acto que roza la tropelía que el periodista sea
requisado y que se le secuestrara un segundo celular, sin que exista denuncia
alguna ni orden judicial.
Así
y todo, las autoridades de la comisaría tercera realizaron consultas ante la
jueza Falco, quien les manifestó que el periodista “no había cometido delito
alguno como para realizar ese o cualquier otro procedimiento policial o
judicial”.
El
periodista radicó la denuncia en esa dependencia por los delitos de robo,
amenazas y lesiones, y espera que la Justicia llegue hasta las últimas circunstancias
en las investigaciones para delimitar y castigar a los responsables de este
hecho que avergüenza a esta sociedad en democracia.