Un grupo de afiliados y militantes radicales
iniciaron una recorrida por la provincia para “desenmascarar, denunciar y
echar” de la Unión Cívica Radical
al
interventor partidario en Santiago del Estero, el santafesino Marcelo García,
al intendente de Pinto, Emilio Rached y al diputado provincial Marcelo Lugones.
“Desde septiembre del 2012, a la fecha, estos tres personajes se creyeron que
la UCR está en sus casas o en sus oficinas y que no tienen la obligación de dar
explicaciones a los más de 50 mil afiliados que somos los dueños del partido”, denunciaron
en los plenarios realizados en el Comité Radical de la ciudad de Añatuya
y en esta Capital, en el local de la Mutual Santiagueña, de Misiones y Andes.
Radicales a la calle
Estos
encuentros se realizarán durante
noviembre y diciembre por toda la provincia,
en visitas que encabezan Sergio Góngora, concejal radical de Añatuya; Santiago Coronel,
de Sisadic; Walter Ramos de la Organización Trabajadores Radicales (OYR);
Verónica Verón, de Alternativa para el Cambio “Macri Presidente” y el ex
diputado provincial Oscar Céspedes,
presidente de la agrupación Renovación Radical.
En
primer término, el concejal añatuyense Góngora se encargó de explicar que “es
hora que los militantes radicales salgamos a recorrer la provincia para que
nuestros correligionarios se informen que la UCR nacional va a contramano de
nuestra historia”.
“Es
un socio minoritario del proyecto político del macrismo y mira para otro lado
frente a los tarifazos, los ajustes y los despidos, actuando muy lejos de
nuestra principal bandera como es la causa de los desposeídos”, indicó.
Luego
el concejal añatuyense apuntó al interventor de la UCR-Santiago, el santafesino
Marcelo García y a sus “secuaces”, Emilio Rached y Marcelo Lugones, “porque no
sacan la cabeza, se reúnen en secreto y a quienes lo único que les interesa es
acomodarse y acomodar a sus familiares”.
“Hay
una grieta en la UCR de Santiago, porque por un lado estamos quienes sostenemos
los valores y principios de un partido democrático y al servicio de los que
menos tienen y, por el otro, los que sólo piensan en la rosca con el sello
partidario que beneficia a unos pocos bolsillos dirigenciales”, proclamó.
Concluyó:
“El radicalismo de Santiago está reclamando una renovación con dirigentes
serios, responsables y solidarios para construir un partido grande puesto al
servicio de la provincia. Rached y Lugones no representan a nadie y los
verdaderos radicales los vamos a echar con votos para que terminen entre rejas
por sus inconductas e irregularidades”.
Macrista con los
radicales
Luego
fijó su postura la dirigente Verónica Verón, quien proviene del macrismo
santiagueño y que, en un principio, trabajó con Rached y Lugones. “Hoy, acompaño
a Renovación Radical porque la intervención de la UCR-Santiago, más Rached y
Lugones, no tienen interés para que crezca el partido y sus aliados”.
Graficó:
“Hoy, la UCR intervenida tiene un dueño que no deja entrar a nadie. Lo
acompañan son tres o cuatro y algunos familiares”.
Explicó:
“Todo el trabajo que realizamos en Cambiemos-Santiago no va a ser tirado al
tacho y ahora, con estos nuevos aliados, lo vamos a transformar en proyectos a
favor de la gente y de nuestros comprovincianos”.
Verónica
Verón reveló también que ni el interventor García ni Rached ni Lugones son
capaces de llevar a Buenos Aires una nota y pedir por la gente de Santiago. Se
lavan las manos y lo único que les interesa es su propio beneficio”.
Terminó
su exposición informando: “Fundamos un partido político y vamos a participar el
año que viene con radicales e independientes de Santiago del Estero, con el
único propósito de ayudar a los comprovincianos más desposeídos”.
Trabajadores radicales
Por
su parte, Walter Ramos, de la Organización Trabajadores Radicales, enumeró las
veces que reclamó al interventor García “para que aparezca alguna vez por
Santiago del Estero y resuelva el principal problema de la nuestra UCR, que es
llamar a la participación y normalizar”.
Opinó
que “García, Rached y Lugones parece creer que por siempre seguiremos
intervenidos, olvidándose que somos radicales y, por ende, exigimos formar
parte de un partido democrático que trabaje al servicio de la gente”.
Por
último, interpretó que “éstos tres personajes han perdido el rumbo y se sumaron
a la ‘onda’ del Radicalismo nacional que vender el partido al PRO”.
Van a rendir cuentas
Oscar Céspedes,
presidente de Renovación Radical, anunció que se inicia la lucha por la
normalización de la UCR-Santiago y prometió justicia para juzgar a Emilio Rached
y a Marcelo Lugones.
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Por
último, Oscar Céspedes, presidente de Renovación Radical, notificó que “son
miles los radicales que estamos exigiendo terminar con esta incómoda posición: la
UCR está en medio de la usurpación de la Casa Radical por parte del zamorismo y
está en medio de la usurpación del sello en manos de los señores Rached y
Lugones”.
“No
nos ‘bancamos’ más rogar a diario al interventor García que llame a elecciones de
afiliados y normalice el partido y tampoco estamos dispuesto a solicitar al
radicalismo nacional, sirviente del macrismo, que nos abra la puerta para tener
la oportunidad de democratizar nuestra UCR”, puntualizó Céspedes entre los
aplausos de los presentes.
Agregó:
“Queremos normalizar el partido y ha llegado el momento de recorrer la
provincia y acompañar a nuestros miles de afiliados que también se cansaron
que, como dueños del radicalismo, estén afuera y manejados por tres aventureros
como el interventor García y Rached y Lugones”.
“Comienza
el fin de los Rached y los Lugones que consideran al radicalismo únicamente como
el medio para cobrar sueldos y favorecer con abultados haberes a sus
familiares. Ahora los vamos a desenmascarar y a denunciar en una acción
conjunta con los más de 50 mil afiliados de nuestro partido que, como nosotros,
los repudian”, avisó.
Insistió
con sus reproches hacia los dos cuestionados: “Nosotros, humildemente,
atendemos 34 comederos y realizamos otras acciones sociales en la provincia, en
nombre y representación de los radicales del llano, y resulta que Rached y
Lugones se creen los dueños de la UCR, llegando al colmo de elegirse como
autoridades partidarias o candidatos (junto a sus familiares), sin que nadie
sepa a cuándo, a través de qué medios de comunicación y a dónde se reunieron”.
“Se
terminó la fiesta y ellos dos son la van a pagar porque, a través de la democracia,
vamos a recuperar el radicalismo y los haremos comparecer por las situaciones
jurídicas, políticas y sobre financieras del partido”, advirtió Céspedes.