Por José Luis Zavaía (diputado e interventor de la UCR).
Sin embargo, se continúa con la práctica siniestra de esconder, cajonear y, especialmente, impedir que la opinión pública conozca lo que sucede en esta falsa democracia. Se producen actos de oscurantismo, sometimiento o servilismo de la prensa. A ello se suma lo más absurdo que se puede ver en un cuerpo colegiado como es la Cámara de Diputados: no se publica el Diario de Sesiones ni de los temas a tratar. Sólo se leen cuando se inicia la sesión. Es decir, no contamos con la más mínima información sobre lo que uno debe tratar ese día. Por tal razón, la llamamos, lamentablemente, a nuestra Cámara de Diputados, “Cámara Oculta”, debido a la carencia total de información.
Pareciera que se irritan y les molesta que, hasta los propios diputados, tanto del oficialismo como de los pocos de la oposición, puedan conocer el tenor de los proyectos.
Se trata de un procedimiento contrario a las instituciones democráticas, donde Santiago del Estero, otra vez, está dando el peor ejemplo.
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