Por Domingo “Toti” Juan.
Numerosos jóvenes radicales también abuchearon y repudiaron a Ernesto Sanz en Gualeyguachú, por su iniciativa de aliarse con el PRO. |
En
mi condición de afiliado radical repudio sin matices la resolución de la
Convención Nacional que autoriza a una alianza con el PRO.
Este
acto vandálico, perpetrado a instancias del patético Ernesto Sanz, constituye
un bochornoso vaciamiento de la identidad partidaria y escarnece las mejores
tradiciones de la Unión Cívica Radical.
En
efecto, el viejo partido que con su lucha y el vigor moral de sus mejores
hombres ayudó de manera decisiva a forjar la conciencia democrática del pueblo
y que desde el llano y el gobierno enfrentó a los sectores del privilegio, se
abraza hoy con grosera impudicia al representante de los poderes que
conspiraron hasta interrumpir las gestiones de Hipólito Yrigoyen, Arturo Illia
y Raúl Alfonsín.
Nadie
podrá borrar nunca los grandes aportes del Radicalismo a la causa del pueblo,
ya instalados para siempre en la memoria colectiva y que jalonan todo su
recorrido por la historia de la patria: su lucha heroica para arrancarle al
Régimen el sufragio libre, la Reforma Universitaria de 1918, la creación de
YPF, su concepción ética y humanista, el antimperialismo, la Ley de
Medicamentos, la resolución 2065 de Naciones Unidas que constituye la mayor
victoria diplomática en la causa Malvinas, el histórico juicio a la juntas
militares, la ley de divorcio, su defensa de la autodeterminación de los
pueblos y la igualdad jurídica de los Estados, el impulso a la integración
latinoamericana a través de los acuerdos con Brasil, Uruguay y Paraguay - que
ejercieron la paternidad de los actuales MERCOSUR y UNASUR-, y tantas otras
conquistas que exceden los propósitos de esta nota.
Al
mismo tiempo, nada podrá borrar nunca la mancha enorme de quienes impulsaron
esta alianza contra natura.
Serán
ellos los responsables del voto en blanco con que muchos radicales, muchos más
de los que el microclima les permite ver, nos expresaremos en las urnas. Allí
estará el trío Macri - Carrió - Sanz
para completar junto a Scioli y Massa el elenco de mascarones de proa de
la derecha y operar como sublemas de los poderes económico y mediático y,
claro, de los intereses imperiales.
Hace muchos años, sin
siquiera sospecharlos, Hipólito Yrigoyen ya los caracterizaba al referirse a
los figurones del Régimen como “variantes de la misma ignominia”.
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