El Movimiento Campesino de Santiago del Estero, el Mocase, es la expresión más intransigente en defensa de la tierra de muchos comprovincianos desamparados que siguen sufriendo los despojos de sus propiedades.
Son muchos los dirigentes políticos o sociales que hablan a favor de los desposeídos del interior, pero muy pocos los que realmente los defienden y se oponen a los poderosos.
Hoy, en la Legislatura, están sentados varios que son profesionales del Derecho y que en otro tiempo (en la era juarista) nos tenían acostumbrados a bravuconadas en defensa del Mocase. Hoy están calladitos. También ocupa un escaño una dirigente que proviene, justamente, del movimiento campesino y, hasta lo que sabemos, no ha formulado ninguna denuncia contra los que arrancan de sus propiedades a cientos de comprovincianos.
Ahora, tienen una oportunidad de ponerse del lado del Mocase y de los desposeídos del interior. Ocurre que una bomba de nafta explotó en los estudios de la radio de frecuencia modulada Pajsachama, perteneciente a las comunidades del pueblo Lule-Vilela del Mocase, en El Retiro, cerca de San José de Boquerón.
Un artefacto destruyó parte de las instalaciones y, afortunadamente, se pudo apagar una segunda bomba destinada a dañar los equipos de energía solar que alimentan la radio. La rápida actuación del militante que vigilaba las instalaciones evitó que se quemaran los equipos, pero el fuego afectó el mobiliario, la biblioteca de la Central Campesina del Norte y diversos cables.
La FM Pajsachama fue instalada hace poco más de un año y es la primera emisora de la Argentina que funciona con energía solar. Es parte de la red de cuatro radios comunitarias del Mocase-VC, con el acompañamiento de FM La Tribu y, desde su inicio, ha sido una herramienta para la difusión de los derechos y las luchas de las comunidades campesinas indígenas del norte de Santiago del Estero.
Desde su instalación, la emisora ha sufrido amenazas, y es por ello que siempre quedaba un compañero o compañera a dormir en las instalaciones de forma rotativa.
En las últimas semanas se venía denunciando fuertemente el accionar de varios terratenientes de la zona, así como las actitudes asistencialistas, discriminatorias e ilegales de ciertos políticos locales.
Y, como estamos acostumbrados en este “Nuevo Santiago”, todavía no se puede radicar la denuncia, por, casualmente, no se encuentra policía alguno en el destacamento Nº 12 de San José del Boquerón.
Una mala señal. La violencia que cotidianamente se ejerce sobre las familias campesinas indígenas aflora de nuevo, esta vez intentando silenciar el vuelo del pájaro que recorre el monte festejando la dignidad y rebeldía de las comunidades campesinas indígenas organizadas.
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