Al igual que Boudou, en Santiago, el jefe de Gabinete sigue más rico, a través de su asociación ilícita con monotributistas, testaferros y socios. |
El monotributista Alejandro Vandenbroele, tal como denunciara su ex esposa, aparece a cargo de la ex Ciccone Calcográfica, en representación de Boudou.
El compañero de fórmula que eligió Cristina Fernández de Kirchner, que mintió a diestra y siniestra diciendo que no conocía al monotributista Vandenbroele, quedó al descubierto como otro corrupto más cuando y titular de The Old Fund SA., nueva dueña de Ciccone (el tal Vanderbroele), le pagaba en el Banco Santander Río las expensas de un departamento del vicepresidente.
El caso de Santiago parece haber sido el pionero, cuando de octubre a diciembre del 2010, el jefe de Gabinete de Gerardo Zamora, “Sugus” Suárez, se apoderó ilegalmente de 33 millones de pesos, considerados “excedentes” de fondos nacionales y que había que “gastar como sea”, para no tener que devolverlos a las arcas federales.
“Sugus” se valió de amigos y testaferros que figuran como “empresarios publicitarios” y son monotributistas. Éstos personajes, entre los que se destacan “Tito” Chorén y “Cacho” Lezana, confeccionaban facturas por distintos servicios inexistantes, las autorizaba el subsecretario de Prensa, “Lito” Argañaraz, y las pagaba “Sugus”.
Se birlaron 33 millones, y a poco, apareció en el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires, la compra de “Tito” Chorén de un hotel en Cariló, que en realidad es del jefe de Gabinete de Gerardo Zamora.
Esta banda o asociación ilícita sigue bien armadita y alzándose, todos los meses, con buenos dinerillos de la caja zamorista. Sigue la impunidad a favor de la clase de “los nuevos ricos” del “nuevo Santiago de Zamora”.
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