Como
nadie antes en Santiago del Estero, lejos de la politiquería, la gobernadora Claudia Ledesma Abdala de
Zamora se pone al lado de las mujeres para cuidarlas de las agresiones de
género y, sobre todo, con el alto propósito de brindarles todos los recursos
tendientes a su promoción humana. Fue la primera que se sumó en las marchas denominadas
“Ni una menos” en relación a la serie de muertes de muchachas víctimas de la
violencia varonil.
Hace
pocos días, la primera mandataria remitió a la Legislatura provincial un
proyecto de ley para adherir a Santiago del Estero a la norma nacional 27.234
que tiende a para educar en igualdad y prevenir y erradicar la violencia de
género en todos sus términos. La idea de Claudia Ledesma Abdala de Zamora es
continuar con las políticas de Estado llevadas a cabo en materia de violencia
de género y derechos humanos de las mujeres.
He allí lo reconfortante: en Santiago es una política de Estado la defensa de todas y cada una sus mujeres.
Los que miran para otro
lado
Casi
en simultáneo con esta última determinación de la gobernadora, tres mujeres
jóvenes golpeadas salvajemente en San Pedro de Guasayán se cansaron de recorrer
comisarías, fiscalías y jueces de la región pero no encontraron ninguna
respuestas. Al contrario, las maltrataron con estas palabras: “Cuando vengan a
denunciar a alguien que esté cerca a las autoridades (léase Intendencia), no
les vamos a recibir nada y no vamos a actuar”.
Dos
lograron ayudas económicas y pudieron salir a buscar soluciones y justicia
fuera del pueblo. (Para llegar a Frías, de cuyo juzgado depende San Pedro de
Guasayán, tuvieron un costo de $400 pesos a cada una y, luego, cuando tuvieron
que venir a la Capital, debieron disponer de $600 pesos a cada una).
Una
viene peleando de lejos. Desde hace un año cuando la golpearon y le provocaron
heridas en la cara y el cuello, en un episodio acaecido en la sede de la
municipalidad de San Pedro de Guasayán. Fue víctima de dos mujeres (madre e
hija) allegadas al intendente. Se trata de Ivana Arias.
A
su vez, el domingo de la semana pasada, a las 5 de la mañana, Belén Cisterna
salió del boliche que es propiedad del intendente de San Pedro de Guasayán y, a
media cuadra, la golpeó su ex pareja y padre de su hijo de dos años y medio, de
nombre Fabián Díaz, a quien la víctima define como “allegado” al jefe comunal.
El
baile es propiedad del intendente José Roberto Nour y está ubicado en territorio de Catamarca; o
sea, cruzando las vías, en la localidad fronteriza denominada San Pedro de
Santa Rosa. Esas viejas vías ferroviarias dividen las dos provincias. Belén fue
a la comisaría del pueblo catamarqueño y formuló la denuncia por la agresión
que le provocó lesiones y hematomas en el ojo derecho y en el cuello.
Pero
ocurre que desde el lunes de la semana pasada, es víctima de amenazas de su ex
pareja y agresor y de la madre de éste, que concurren a su domicilio de San
Pedro de Guasayán y le dicen: “Te vamos a matar si no retiras la denuncia
formulada en Catamarca y si te vamos a quitar tu hijo”.
Frente
a estos nuevos hechos, la muchacha concurrió a la comisaría 25 del pueblo para
que actuara y le respondieron: “No podemos recibirte la denuncia”. Fue a Frías
donde la fiscal del Crimen le recibió la denuncia y dispuso que la revisara el
médico forense, quien le recomendó 25 días de curación. Sin embargo, por la
tarde, el mismo día, se apersonó a su domicilio un policía de San Pedro de
Guasayán quien le dijo a Belén: “Hablaron de Frías y dijeron que te
comuniquemos que la fiscalía no puede hacer nada por tu caso. Que no va a
actuar”.
La
tercera víctima es Paula Montenegro quien en la puerta del mismo boliche fue
golpeada por tres mujeres y el sonidista “allegado al intendente”, pero decidió
no hacer nada porque la amenazaron que le iban a “quitar el plan”.
Por fin alguien que la
escuchó
Ivana
y Belén llegaron el jueves pasado a la Capital. Fueron a la Comisaría de la
Mujer donde el caso de Belén no podía ser recibido por razones de jurisdicción.
Claro, con razón, le dijeron que la agresión es competencia de la policía y la
justicia de Catamarca y que su denuncia por amenazas debe ser formulada en la
seccional 25 de San Pedro de Guasayán, con intervención de la justicia Penal de
Frías.
Decidieron,
finalmente, concurrir a la subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia y,
alguien las escuchó.
Por
fin, Belén fue atendida por el titular de la repartición, Hugo Figueroa, quien
junto a una abogada del organismo, le recibieron no sólo sus denuncias sino que
tomaron cuenta de las peripecias sufridas en su pueblo.
Suplicio de muchas
mujeres
Belén Cisterna, una joven atacada por su ex pareja y padre de su hijo de dos años, en San Pedro de Guasayán, con huellas de la agresión en uno de sus ojos. |
Arena
Política fue el medio al que concurrieron Belén e Ivana. Las escuchamos y nos
conmovimos al advertir la vergüenza de Belén quien, con lágrimas en los ojos,
dijo: “Tuve que mendigar dinero para venir. Por eso imploro que esto llegue a conocimiento
de la señora gobernadora porque no solo me golpearon sino que me amenazan con
matarme y quitarme mi hijo. Alguien tiene que hacer algo. Estoy desesperada”.
Muchas
son las reflexiones que pueden formularse. Como que queda claro que son muchos
los funcionarios de pueblitos del interior que miran para otro lado frente a
atropellos de esta naturaleza, convirtiéndose en cómplices de los autores de
hechos donde son víctimas mujeres indefensas. Se dicen políticos y se
identifican con el frente gobernante paseándose en vehículos con calcomanías
del Frente Cívico o con los nombres de Claudia Zamora o del senador Gerardo
Zamora. Pero no son lo mismo. Están lejos de esa política de la gobernadora que
busca cuidar, amparar y defender a las chicas santiagueñas golpeadas.
¡No
queremos pensar lo que puede ocurrir en estos lugares si reaccionaran los
padres o los hermanos de las mujeres atacadas optando por la justicia por mano
propia tomando represalias contra los “machos” de estas comunidades como San
Pedro de Guasayán!
¿Pueblo sin
instituciones?
Otras
cuestiones.
-
“No, todas las radios y los sitios web de la región no quieren decir nada”, nos
respondieron cuando preguntamos por qué no recurrieron a otros medios.
-
¿Y el Concejo Deliberante?, interrogamos. “No se reunió nunca”, informaron.
Ya
nos habían dicho que la comisaría del pueblo, la seccional 25 se niega a actuar
y que la justicia de Frías se les burló cuando le recibieron la denuncia y las
atendió un médico pero después les transmitieron que “no podían hacer nada”.
No
sabemos si casos de este tipo ocurren en muchos lugares alejados de la Capital,
pero lo de San Pedro de Guasayán es preocupante por la inacción de sus
instituciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario