La justicia Civil de la provincia reparó después de 20 años subsanó este 2 de mayo el ultraje y daño que Carlos Arturo Juárez y cómplices cometieron contra la empesa familiar Cheeín Hnos. |
Pasó
mucho tiempo y, aunque tarde, la justicia llegó por fin. Después de 20 años, un
tribunal Civil y Comercial de la provincia reparó los enormes daños que provocó
a una prestigiosa familia santiagueña, como la Cheeín, el ex gobernador Carlos
Arturo Juárez, en uno de los muchos atropellos frutos de su autoritarismo y persecución
a los que sometió a cientos de comprovincianos.
Uno
de esos afectados de la tiranía fue el ingeniero civil Carlos Enrique “Popó” Cheeín,
puntal de la empresa familiar a la que Juárez y otros reconocidos prebendarios
rastreros que acompañaban a aquel gobierno ignominioso.
Historia de un despojo
Ing. Carlos Cheeín.
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A
continuación, Arena Política transcribe la carta pública que difundió “Popó”
Cheeín, destinada a sus familiares y amigos:
“Rompo
el silencio después de casi 20 años en que el gobierno de Carlos Juárez
rescindiera la totalidad de las obras públicas que tenía mi empresa familiar, Cheeín
Hnos.
“No
me fue extrañó la resolución gubernamental, pues ya en 1951, el mismo
gobernante tuvo preso a mi padre, propietario de un modesto “boliche” de campo
(vivíamos en Fernández) argumentando la ley de “agio y especulación” !!!!
(Peronismo vs radicalismo).
“Lo
que si me llamó la atención que siendo la rescisión un acto netamente
“político”, los que ejercían la oposición a Juárez no hablaran haciendo uso de
sus fueros, habiendo solo recibido en forma personal tres llamadas telefónicas
de gente en cargos públicos (uno ya fallecido y dos “alejados” en este
momento).
“Todo
esto llevó a mi familia a presentar la convocatoria a acreedores y hacer un
desafío al tiempo, para ver si había “cambio de vientos”…….Esto motivó que
muchos colegas constructores encontraran un espacio para ubicarse cómodamente y
muchos que se titulaban amigos me dieron vuelta la cara, me persiguieron, me
denunciaron y hasta me agredieron físicamente.
“Aguanté
todo, me defendí como pude, desenmascaré a idiotas útiles, contando con el
acompañamiento de mi familia íntima y de mis verdaderos amigos.
“Llegó
el cambio de viento, quizá tarde, sin interés de rever el pasado, hasta que
ocurrió la sentencia justa del juez de decretar la quiebra de mi empresa, en
marzo del 2012, haciéndose cargo el síndico de todo lo que había “construido”
en casi 30 años de profesión y en el campo empresario.
“Ahora,
este lunes 2 de mayor, la Cámara Civil de Apelación ha procedido a levantar
todas las inhibiciones que pesaban sobre mi persona (lo cual hace muy clara el
final de esta historia), cerrando así casi 20 años, donde comprobé varias cosas
que se las transmito como experiencia de vida:
“*
La fe en Dios, una familia consolidada y amigos “de fierro” son los sostenes de
los sinsabores de esta vida.
“*
El haber pasado por la universidad, tener un título, abren caminos insospechados,
oportunidades únicas y la mente se vuelve creativa y más lúcida.
“*’En
tiempo de engaño universal, decir la verdad se transforma en un acto revolucionario’
(George Orwell, seudónimo del escritor inglés Eric Arthur Blair 1903-50). Fui,
soy y seré revolucionario, usando siempre la verdad.
“Gracias
a todos por estos veinte años de aguante!!!!!”.
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