Por Juan del Campo
Parece mentira que se sigan ocultando las cifras de mortalidad en esta provincia, a causa de la gripe porcina. Arena política, desde hace más de un mes, viene denunciando este incorrecto proceder del gobiernos provincial, que no obstante ser una de las gestiones administrativas más corruptas de la Argentina de hoy, también es la provincia más ineficiente en cuanto al área de Salud Publica, toda vez que en Santiago del Estero se sospecha que es donde más decesos ha causado la pandemia “mal encarada” de este siglo.
Para el colmo, la existencia de una prensa amordazada que informa con cuentagotas los desaciertos públicos que corren por las usinas del rumor, se niega a suministrar la identidad de las victimas como si se tratase de un hecho delictivo el ser victima de un mal que acecha a la sociedad toda, ante la mala praxis gubernamental en materia de Salud Púublica.
Dijo una noticia: “Informaron fuentes del sanatorio que un reconocido médico murió tras estar internado durante cinco días bajo tratamiento médico por presentar síntomas de gripe A. Este doctor especialista en obstetricia se desempeñó a lo largo de su carrera como asesor del Ministerio de Salud de la provincia. Según el cardiólogo Julio Molina, ‘desde el jueves permanecía conectado al respirador artificial y murió de neumonía bilateral’. Desde su ingreso al sanatorio, el martes, fue tratado con Tamiflu ya que presentaba todos los síntomas de la influenza porcina.”
Más adelante continúa diciendo el comunicado: “Todos los trabajadores de la salud lamentaron la perdida de su colega al que recordaron como ‘una persona de bien y un destacado doctor, compañero y hombre’. Molina también confirmó que hay muchos pacientes ambulatorios e internados que presentan algunos síntomas y son tratados con el antiviral en el mismo centro asistencial.”
Pero, ¿quién es el prestigioso profesional fallecido a causa del flagelo que conmociona al mundo? ¿Cuál es la razón para esconder el nombre del medico infectado?
No se puede continuar escondiendo la realidad de esta provincia ante la avidez de información que sacude a la población a diario, cada vez que se entera de las desventuras de esta gestión administrativa.
Es en vano que los medios continúen con la auto censura en estos tiempos en donde la provincia más necesita de información fiel y veraz, porque en cualquier momento el gobierno cambia de signo y casi seguro que se buscarán a los responsables de la hecatombe.
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