Zamora, un oportunista político que declama ser “radical”, pero que “juega” en filas kirchneristas, |
Lo correcto, creemos, era contar la verdad. Tendría que haber aclarado que “fue radical” hasta marzo de 2005, puesto que al asumir, su padrino político, Alberto Fernández, lo indujo a pasarse al otro bando con la cantinela de la transversalidad.
Se convirtió en kirchnerista y pisoteó, afrentó y humilló los principios y las banderas de la UCR.
Ahora parecen inútiles las explicaciones. Suenan a extemporáneas. Lo convierten en un patrañero de la política. Tampoco alcanzan para justificar un acto de traición al partido político que le posibilitó ocupar cargos importantes: presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad Abogacía (Ucse), presidente de la Juventud Radical (dos períodos), presidente del Comité Provincia (dos períodos), diputado provincial (dos mandatos), vice intendente, intendente y gobernador.
Es poco serio, y hasta puede interpretarse que se ríe de la gente, cuando sigue pretendiendo definirse como “radical” y sugiere votar a una peronista, como Cristina Fernández de Kirchner, descartando al que sería su “correligionario”, “Ricardito” Alfonsín; justamente, un furibundo enemigo del “modelo” kirchnerista.
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