Zamora y Pato, gobernador y jefe de policía, responsables directos de las vejaciones que sufren ciudadanos detenidos sin orden de la justicia. |
Sus familiares recurrieron a un conocido abogado, quien se apersonó al juzgado competente donde le informaron que José Farías (nombre de la víctima de este atropello), “no está detenido en ninguna sede policial”.
Estos hechos significan dos cosas:
1), La “policía profesional” de Marcelo Pato (jefe de la repartición) es la peor policía porque detiene, tortura y contiene al sospechoso en condiciones de “desaparecido”, prolongando el tiempo para que se recupere de golpes y lesiones producto de los tormentos; como en épocas de la peor dictadura.
2). Estamos en presencia de la mala justicia, donde los jueces son manejados por los inescrupulosos pesquisas que cometen delitos de lesa humanidad como torturas, tormentos y privación ilegítima de la liberad, que son cien veces más graves que el delito que se sospecha de un pobre cristiano detenido por presunto ladrón de gallina, ladrón de garrafa o ladrón de bicicleta.
Pedido urgente
El abogado de Farías presentó en la justicia denuncia estos hechos, en estos términos:
“Habiendo transcurrido nueve días de la privación de libertad de José Farías, sólo se sabe que el mismo se encuentra alojado en dependencias de Delitos Comunes, en el estado de incomunicado desde su aprehensión, pese a los requerimientos de familiares ‘apostados’ literalmente en aquella dependencia, solicitando comunicarse con el detenido.
“El modo de detención, la ilegal prolongación de la incomunicación del detenido, la carencia de información acerca de las causas de su privación de libertad (más allá de que se pueda haber informado verbalmente al juez, lo que resulta absolutamente impropio), tiñen a todo el procedimiento de una ilicitud inaceptable, por resultar groseramente violatorio de dispositivos contenidos en las normas procesales por imposición de mandatos constitucionales y de normas de derecho internacional, todos ellos con naturaleza normativa de imperativos categóricos, de orden público y de observancia insoslayable por todo funcionario público, judicial o policial, y hasta irrespetuoso de la necesaria razonabilidad y prudencia en el ejercicio de la facultad de privar de la libertad a las personas.
“En virtud de lo expresado, solicito a Su Señoría se disponga el levantamiento de la incomunicación del prevenido José Farías. La revisación física del mismo por parte del cuerpo de médicos forenses. Así también, se informe causa de detención en cuanto al delito que se le imputa y demás circunstancias del caso. De igual modo y ante el manifiesto proceder ilegal de las autoridades policiales, se remitan todas las actuaciones al Ministerio Fiscal a fin de la promoción del debido sumario criminal por la supuesta comisión ya perpetrada del delito penal de abuso de autoridad que cabe a los funcionarios policiales actuantes, más allá de los subterfugios que las autoridades preventoras hayan acudido para comunicar a Su Señoría de la delictual incomunicación del detenido”.
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