Sorprende el grado de corrupción en la administración de Gerardo Zamora que no se investiga ni que logra la difusión de la prensa. |
Se dice que nadie reacciona ni investiga porque se trata de “apenas un vuelto” si se compara con todas las fechorías que se cometen en la desprestigiada Fiscalía de Estado del zamorismo.
-Es raro que los boletines oficialistas que tiene el zamorismo no digan una palabra sobre las auditorías que se vienen realizando en las distintas áreas del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, acerca de proveedores que “ganan” concursos de precios o licitaciones pero que no entregan las mercaderías ni los insumos.
No les cuesta nada a los “periodistas Zamora-dependientes” hacerle una preguntita respecto a los “descubrimientos” o “resultados” de estas auditorías en un área tan sensible como Salud.
-Una empleada habilitada de la dirección de Arquitectura se ganó todos los elogios por parte de técnicos y empleados de la repartición, por su declaración ante la policía con motivo de las investigaciones de los escándalos y las corruptelas de “empresarios de la construcción” a quienes se “adjudica” verbalmente obras en escuelas del interior de la provincia.
Según se sabe, la habilitada brindó todos los detalles sobre las maniobras delictivas de socios y amigos del zamorismo y, encima, mencionó la complicidad de un ministro del Poder Ejecutivo que no es, precisamente, el del área de Obras Públicas.
-Habituales concurrentes a la Casa de Gobierno se consternan por la falta de sensibilidad de Gerardo Zamora al “mantener en funciones a colaboradores que padecen serios problemas de salud”, a los que somete a un permanente estrés que agravan sus dolencias.
El “pichón de tirano” debería cuidar a sus amigos y amigas que designó en altos cargos y liberarlos de funciones cuando conoce que están, por ejemplo, con tratamiento oncológico. ¡No se puede ser tan cruel y desalmado!
-La ingeniera Lucía López Prieto de Hernández tiene buena fama como “radical honesta”, y luego de su paso por la municipalidad y el Concejo Deliberante de la Capital, Gerardo Zamora la designó en Ciencia y Tecnología, como “segunda” del famoso “Topo” Costas.
Pero duró poquito tiempo porque la presionaron tanto que tuvo que renunciar. Se fue del cargo informaron que la habían echado “por no ‘prenderme’”, en clara alusión al alto grado de corrupción que existe en esta subsecretaría, cuyo titular es uno de “los nuevos ricos” que más obscenamente exhibe su poderío económico y crecimiento patrimonial.
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