“Toti” Fariña también entró por la variante del zamorismo, haciéndo rico como “empresario de la construcción”. |
Rápido como en las carreas de autos, “Toti” pidió y lo designaron director general del autódromo de Las Termas de Río Hondo, donde es dueño y señor.
Tras pocos meses en la función pública, incrementó ostensiblemente su patrimonio y, consecuentemente, integra la elite de “nuevos ricos” en el “nuevo Santiago” de Zamora.
Es que, como tantos otros, con la velocidad de un auto de carrera, Fariña “armó” su “empresita constructora” y comenzó a “construir obritas” que, por orden del gobernador, se le otorgan en forma directa. Su “empresa constructora” se denomina Construpor SRL, y la “gerencia” o cara visible (¡bah, testaferro!) es “Cachete” Juárez, un ex empleado del Banco de Quilmes.
Como era lógico, “Toti” Fariña sacó obras de la inacabable dirección de Arquitectura que le permitieron aumentar sus bienes y, como se dijo, convertirse en “muy rico”.
Claro que como la impunidad es el “valor” indispensable para integrar el clan zamorista, también él entró en el juego de la corruptela de este gobierno provincial.
Fue con una de las tantas las obras que le adjudicaron. Más precisamente con los trabajos realizados en la sede de la comisaría seccional del barrio 25 de Mayo, de La Banda.
Todo es un desastre y la obra no tiene nada que se parezca a calidad. Por ello no hay un inspector de Arquitectura que le firme el certificado y le reciba los trabajos con un visto bueno.
Por allí anda el “rápido” de “Toti” Fariña, sin saber cómo soluciona las irregularidades cometidas con fondos públicos.
Uno de los inspectores de obra, el arquitecto Budán, le rechazó la obra, y por ello fue cambiado. Ahora tiene que firmar el certificado la arquitecta Olga Paz (hija de la subsecretaria de Economía, contadora Olga Povedano de Paz), pero parece que no a acceder a las presiones y tampoco le aprobaría los malos trabajos.
De todos modos, la “empresita” de Fariña tiene otros rebusques como la construcción de Viviendas Rurales en el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (Ipvu), con contratos que superan los cuatro millones de pesos.
Se dice que por orden de Zamora, “Toti” cobró varias veces el cien por ciento de los trabajos, sin terminarlos.
¡Ah, su empresa tradicional transfirió a su hijo para que él pudiera dedicarse de lleno al nuevo oficio de “empresario de la construcción!”.
¡Y pensar que el "Fangio" de La Banda daba cátedra de honestidad, trabajo y buenos ejemplos cuando militaba contra Carlos Arturo Juárez en lo que fue el bertolinismo del partido "Vamos Santiago"!
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