Kunkel y Pereyra, en el plenario de Bases Peronistas, que lideran “Pichón” Neder y “El Chueco” Montenegro. |
Pocos han dicho que las “fiestas” organizadas en Las Termas de Río Hondo y en la Capital el 24 de julio pasado, en la víspera del cumpleaños de la ciudad de Santiago del Estero, fueron un fracaso político para el zamorismo que acarreó a la gente “para que escuchen a Cristina cuando le levante la mano a Gerardo pidiéndole que se presente a un tercer mandato, y que escuchen su apoyo total a la re-reelección”.
Al contrario, la Presidente dijo: “Gerardo fue un buen gobernador”. Por algo será.
Lo que se sabe es que al “cristinismo puro” no mira con buenos ojos al gobernador de Santiago del Estero. “La Cámpora”, en nuestro medio, con órdenes directas de sus jefes de Buenos Aires, cumple a rajatablas el mandato de “no pegarse a Zamora” y, además, cuida celosamente el ingreso de los jóvenes militantes para no admitir a alguno que huela a juarismo o a zamorismo.
Concretamente, entonces, en Buenos Aires, el “cristinismo” todavía no ha decidido nada sobre su “ingeniería política” para la próxima elección a gobernador en Santiago del Estero. Lo único que trasciende en el Congreso Nacional es que “Cristina está dispuesta a ‘jugarse’ por ‘sus mujeres leales’ como las senadoras Ada Iturrez de Cappellini y Ana María Corradi, y la diputada nacional Norma Abdala de Mattarazo”.
Kunkel y Pereyra
Los socios de Zamora, encabezados por los ex juaristas José Emilio “Pichón” Neder y Gerardo “El Chueco” Montenegro, gastaron dinerales ensuciando muros y paredes con la leyenda “Zamora 2013”, con la idea de “impactar” a la presidente Cristina en su visita a la provincia. Fue un lance infantil de dos improvisados porque sus pintadas no llamaron la atención ni a Cristina ni a nadie.
Pero “Pichón” y “El Chueco” son tozudos. Ahora trajeron al Frente Nacional Peronista y a dos figuras sin lustre dentro del “cristinismo puro” como el diputado nacional Carlos Kunkel y el presidente de la Federación Argentina de Municipios, Julio Pereyra (jefe comunal de Florencio Varela, Buenos Aires).
“Pichón” y “El Chueco” quedaron muy contentos porque Kunkel y Pereyra recibieron con agrado la presencia del gobernador Gerardo Zamora que apareció al final del “plenario peronista”. ¿Y qué iban a hacer? Por obligación había que estrechar la mano y dar un abrazo, muy especialmente cuando el ex radical intentó balbucear la marcha “Los Muchachos Peronistas”.
Claro, los foráneos andan en campaña partidaria tratando de reflotar al Partido Justicialista, y en Santiago les hicieron creer a “Pichón” y a “El Chueco” que los iban a impulsar como futuros “jefes” del PJ local. Incluso, les mintieron cuando prometieron que iban a organizar comicios internos en el distrito Santiago, en “forma adelantada”. Algo imposible, porque lo de Kunkel y Pereyra es una línea interna embrionaria que no tiene poder de decisión como para llamar a elecciones partidarias y, muy especialmente, nada van a hacer sin la venia de la presidente Cristina Fernández de Kirchner quien, por ahora, no tiene ningún apuro ni interés en hacer retornar al PJ.
Los socios de Zamora lo han “peronizado” entre figuras de quinta línea como Kunkel y Pereyra, en razón de que el desprestigio de Neder y de Montenegro nunca han podido ser mirados con buenos ojos por el “kirchnerismo” y menos van a poder acercarse al “cristinismo”.
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