miércoles, 3 de octubre de 2012

Hostigada por el juez Alarcón, murió una empleada del Consejo General de Educación


En una absurda persecución entre las autoridades del Consejo General de Educación y el juez Darío Alarcón (foto), una empleada sufrió un ACV que le causó la muerte.
Después de sufrir varios días de detenciones, acusada como empleada del Consejo General de Educación por haber liquidado haberes a personas que cobraban y a quienes se culpa de tener títulos apócrifos, “Rita” logró que su abogado consiguiera que el juez Darío Alarcón le otorgara la excarcelación anticipada. Claro que Alarcón le impuso una fianza de 100 mil pesos.
Cuando “Rita” fue notificada de tamaña suma de dinero, enfermó y sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) que terminó provocándole su muerte, este martes 2 de octubre.
Tras la triste noticia, quedó claro que Alarcón le impuso una fianza de 100 mil pesos a sabiendas que no podía reunir ni dinero ni bienes que lleguen a ese valor. La idea clara del juez fue que siguiera presa.
¡Y pensar que el mismo Alarcón le exigió una fianza de 100 mil pesos al famoso “Pibe Ñoño”, favoreciéndolo y liberándolo después de haber cometido un horrendo accidente, borracho, matando a un humilde trabajador ambulante!

Injusticia total

Luego de informar el proceso que costó la vida a “Rita”, empleada pública, es una obligación criticar al juez Alarcón porque no tuvo motivos de mandarla presa tantos días, a alguien que dispuso el pago de haberes de un docente en base a la documentación que recibio en su oficina. ¿Habrá pensado Alarcón que “Rita”, antes de “pasar” el expediente, estaba obligada a iniciar una investigación hasta comprobar si éste o aquél maestro tiene título habilitante o apócrifo?
¿Antes que “Rita” no tendrían que estar entre rejas Marcela de Barchini (presidenta del Consejo General de Educación), María Díaz (directora de Nivel primario y Jorge Fiat (supervisor General)?
¡Ah, otro tema en el que somos reiterativos! ¿Nadie de sus amigos, colegas jueces o camaristas o miembros del Superior Tribunal de Justicia, le va a terminar de avisar a Alarcón que no puede entender ninguna causa referida al Consejo General de Educación en razón de una familiar suya ocupa el cargo de vocal en el organismo?
También deberían avisarle a Darío Alarcón que ya tendría  que haber firmado la resolución sobreseyendo a “Rita”, porque no vaya a ser que trate de seguir imputándole en su tumba.

Los del Consejo

Asimismo, “Rita” es la tercera docente que las autoridades del Consejo General de Educación afectan con sus decisiones que, al final, le causo la muerte.
Hicieron jubilar arbitrariamente a la docente Olga Muñoz, a quien un ataque cardíaco le causó su deceso.
En Los Juries, un joven de apellido Becquer, se ahorcó después de ser informado que los jerarcas del Consejo General de Educación le “hicieron una cama” con cargos absurdos.
La pregunta es obvia: ¿No habrá llegado la hora de pasar una escoba nueva y limpiar con la cúpula del Consejo General de Educación?

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