Pato, y a la derecha suya, el subjefe Omar Quiroga.
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Luego del lamentable suceso ocurrido en Criminalística, designó como nuevo jefe al comisario inspector César Osvaldo Navarrete, quien viene del cargo de director del Liceo Policial coronel Juan Francisco Borges.
Sin duda, Pato dejó de lado todas las quejas de los padres de los chicos que estudian el secundario en el Liceo Policial, donde se han suscitado varias irregularidades por el mal manejo, uso y destino de los fondos públicos.
Pato avasalla y acomoda a sus íntimos.
El nuevo jefe de Criminalística es uno de los más allegados de Pato en las francachelas de los fines de semanas, cuando dejan los uniformes y, de civil, se reúnen en asados y bebidas alcohólicas que duran hasta el alba, casi siempre en la finca y casona de fin de semana que posee el jefe de la repartición.
Además, Pato y Navarrete son amigos de la infancia y compadres.
Navarrete, como tantos otros jefes superiores, integran el grupo íntimo de Pato y contertulio de las “fiestas” de los fines de semana. Es el “mérito” para ocupar la jefatura de la división Criminalística.
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