El libro de Castiglione, “Historia de Santiago del Estero- Muy Noble Ciudad (S. XVI a XVIII)”, en un homenaje a los aborígenes y a los fundadores.
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Se trata de una obra interesante, con impresión y fotografías de muy buena factura, especialmente las de color.
Castiglione analizo en primer término los aborígenes pre-colombinos, el imperio inca, su influencia sobre Santiago y la lengua que nos legaran (el quichua). Rescata la Civilización Chaco Santiagueña, descubierta por los hermanos Wagner, quienes a su criterio han sido injustamente olvidados. “Su obra, sus descubrimientos y su Museo -hoy cerrado y para ser desalojado del inmueble del Teatro- han sido extraordinarios”, reiteró a Arena Política.
Aportes inéditos
El autor efectúa varios aportes que entendemos que son inéditos. Uno de ellos está referido a la lengua tonocoté, que la mayoría la da por perdida por el peso del quichua, por la separación y distribución de los aborígenes en encomiendas, y finalmente por el castellano. Castiglione encontró un diccionario de 1732 del padre jesuita Machoni, titulado “Arte y vocabulario de la lengua lule y tonocoté”, que puede servir para recrearla.
Otro tema está referido a la ubicación de la ciudad del Barco III, fundada en 1552 por Juan Núñez de Prado. La mayoría de los autores la daba al Oeste (sobre la margen derecha) del río Dulce. Sin embargo, el autor halló cartografía europea del siglo XVII -e incluye siete mapas- que demuestran que la ciudad fue fundada al Este del río Dulce. Lógicamente, explica su versión, en el sentido que en esa época el río corría más al Oeste, ya que se apoyaba en las Lomas Coloradas, hoy en camino al aeropuerto.
Agrega un interesante mapa de unos 400 años que demuestra cómo los ríos Dulce y Salado se unían y terminaban juntos en el Paraná. Y que existía una gran laguna Salada, que estima que al secarse dio lugar a las Salinas Grandes.
En el Archivo de Charcas (luego denominada Chuquisaca, hoy Sucre, Bolivia) consiguió también un expediente inédito de un conflicto suscitado en 1590 entre el gobernador Ramírez de Velasco con los integrantes del Cabildo, a quienes terminó encepándolos. Estos apelaron sus resoluciones, y la Real Audiencia les dio la razón.
Madre de Ciudades
Antonio Virgilio Castiglione publicó un nuevo libro sobre la historia profunda de Santiago del Estero, donde realiza aportes y datos inéditos. |
Otro tema inédito es que en el año 1593, cuando era gobernador Hernando de Zárate, la ciudad de Santiago del Estero fue la capital de las gobernaciones del Tucumán, del Paraguay y del Río de la Plata. Descubrió Castiglione otros documentos que acreditan que desde nuestra “Madre de Ciudades” designaban a los funcionarios de Asunción (Paraguay) y de Buenos Aires (Río de la Plata).
Asimismo, acredita todas las veces que soldados santiagueños debieron acudir prestamente en defensa de Buenos Aires, desde 1625 y mucho antes de las invasiones inglesas (de 1806), para defenderla de los corsarios ingleses, portugueses y holandeses. Y que en una de esas asistencias, fueron los soldados santiagueños, y sus acompañantes negros e indios, los que construyeron el fuerte de Buenos Aires.
El prólogo
El académico profesor Armando R. Bazán, en un halagüeño prólogo, califica la obra como una “exhaustiva crónica de la época colonial, que contiene toda la información que faltaba en las valiosas contribuciones anteriores de Di Lullo y Alen Lascano. Es una prolija compulsa de datos que estos autores omitieron”.
Como no podía ser de otra manera, Castiglione analiza la cuestión del fundador: Núñez de Prado o Aguirre. Las biografías de ambos conquistadores. Foto de la casa de Aguirre en Talavera (España).
Redunda que Santiago del Estero, “Muy Noble ciudad” y “Madre de Ciudades”, aportó su sangre y sus mejores hombres para que partiesen a fundar todas las ciudades del Noroeste Argentino y Córdoba. Santiago, también “Madre de Iglesias”, con la primera Catedral y primer obispado de Argentina (1580).
Recuerda Castiglione que desde Santiago partieron los fundadores de todas las iglesias y conventos del Noroeste. Las órdenes religiosas, conventos, curatos y templos del interior. Las primeras obra hídrica (acequia real) y vial (camino real) del país. El obispo Victoria y las exportaciones desde Santiago al Brasil. La introducción de esclavos negros. La primera escuela y el primer Seminario. Las crecidas del río Dulce y el corrimiento de Santiago hacia el Oeste.
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