Sin la actuación de la dirección de Industria y Comercio, siguen los robos de algunos quiosqueros en perjuicio de consumidores de cigarrillos. |
Igual temperamento adoptaron para con la venta de tarjetas telefónicas por las que se recarga también 1 peso, que tienen un valor unificado igualmente.
Quienes adoptaron la unilateral medida han llegado a confeccionar sus “propias listas” de precios exhibidas en un principio al público y desde entonces, pese a las advertencias de la dirección de Industria y Comercio, los mantienen, lo cual implica una estafa al consumidor a ojos vista del organismo provincial cuya responsabilidad es precisamente la de controlarlos.
Sin embargo, otros comerciantes del rubro hicieron caso omiso a la “sugerencia” de los asociados, y decidieron comercializar esos productos a precios oficiales, pero haciendo la correspondiente salvedad mediante avisos específicos a la vista colocados en sus escaparates. Tal el caso del quiosco de Peatonal Tucumán y Libertad, donde se mantienen los valores oficiales.
No ocurre lo mismo con un negocio ubicado en Libertad y La Plata, donde el recargo por atado de cigarrillos se cobra, en este caso, 0,50 centavos de excedente.
En los primeros días de septiembre, el Ministerio de la Producción, de quien depende Industria y Comercio, hizo un llamado de “alerta” a los consumidores de cigarrillos sobre estas irregularidades, y advirtió a los comerciantes de “la ilegalidad y arbitrariedad de adicionar un plus a esos productos que se comercializan bajo normativa y reglamentación nacional (Decreto 110/91)”.
Apuntó además a los comerciantes que “de infringir tal normativa se realizara el procedimiento correspondiente, pasible de severas sanciones’.
Sin embargo, los precios adulterados en los cigarrillos y las tarjetas para telefonía móvil en algunos lugares siguen vigentes, como si el organismo competente del contralor en la provincia hiciera “la vista gorda”, y no aplicó ninguna sanción a pesar de sus inspectores.
En tanto, la llamada Asociación de Quiosqueros justifica ese incremento adicional al señalar que “hay una legislación que los ampara así como también dictámenes favorables de la Afip que determinan que no sería ilegal el cobro del adicional”.
Valga como acotación entonces: en la mayoría de esos negocios, la tickera del organismo recaudador impositivo nacional no existe y, consecuentemente, no se entrega el recibo correspondiente de compra al consumidor por lo que ese plus de recargo queda impunemente “eximido” del correspondiente gravamen al Estado Nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario