A
medida que se acerca el nuevo tiempo electoral que tendrá lugar en 2013, crece velozmente la violencia verbal de las
expresiones de aquellos que pertenecen a sectores políticos que, más que
defender ideas, parecen defender posiciones de poder a las que pretenden seguir
aferrados de cualquier modo.
Desde
hace un tiempo han sumado a la categoría de enemigo político a destruir -ya que
no los han podido hacer arrodillar como a otros gobernadores e intendentes-
al gobernador Bonfatti de la provincia
de Santa Fe y a la intendente Mónica
Fein de la ciudad de Rosario, ambos afiliados al Partido Socialista que preside
el doctor Hermes Binner, quien obtuvo 3.700.000 en las elecciones
presidenciales de 2011 y actualmente uno de los dirigentes con mejor imagen.
Obviamente,
estos ataques que ha sufrido el PS en los meses precedentes y que han
recrudecido en los últimos días no son ociosos ni casuales. El Socialismo
gobierna Rosario desde 1989 en conjunto con otras fuerzas políticas y sociales.
Han pasado cuatro intendentes diferentes y nunca hubo denuncia alguna por casos
de corrupción; se ha realizado una continua recuperación de los espacios
públicos para el esparcimiento de todos los ciudadanos; se ha priorizado los
presupuestos de salud, educación y viviendas; se ha descentralizado la ciudad
de más de 1.300.000 habitantes en seis distritos que abarcan todo su ejido y
donde pueden realizarse todos los trámites inherentes al municipio; se efectúan
las obras públicas mediante la vigencia del presupuesto participativo,
modalidad mediante la cual los vecinos deciden que obras son necesarias para
cada comunidad barrial; a comienzos del presente siglo fue premiada la gestión
del ex intendente Binner por la Naciones Unidas por ser Rosario la ciudad de
mayor inclusión social de America Latina. Podría seguir con la crónica de todo
lo que el Socialismo ha hecho en más de dos décadas.
Claro
que quedan muchos temas que hay que seguir trabajando para alcanzar los niveles
de redistribución de la riqueza a la que aspiramos los socialistas, pero
intentar culpabilizar al Socialismo de los recientes hechos de violencia que
han tenido lugar en Rosario huele a rancio oportunismo político de aquellos que
no resisten los archivos de los últimos 30 años de democracia -para no hablar
de la supuesta epopeya K durante los años de plomo de la dictadura-. Y me
pregunto: ¿Por qué no convocan a una marcha algunos sectores aliados al
gobierno nacional y popular en muchas provincias de nuestro país para
peticionar el esclarecimiento de crímenes impunes, la localización de personas
cuyo paradero se desconoce desde hace bastante tiempo y muertes accidentales sin ningún tipo de
culpables a la vista?
Deudas
a los santafesinos
Desde Santiago del Estero, se formula una enérgica defensa al gobierno de Santa Fe, que es reiteradamente atacado por el “cristinismo”. |
Asimismo,
el Socialismo gobierna la provincia de Santa Fe desde hace cinco años, también
en conjunto con otros partidos políticos. La Nación le adeuda a dicha provincia
más de 8.000 millones de pesos en concepto de coparticipación federal, estando
ya en manos de la Corte Suprema de la Nación la resolución del juicio entablado
por las autoridades santafesinas. A pesar de esta discriminación es
prácticamente el único distrito donde se paga el 82% móvil a los jubilados; los
docentes tienen uno de los más altos salarios de todo el país; aquí también
funciona el presupuesto participativo en un inmenso territorio que ha sido
racionalmente descentralizado y donde las grandes obras públicas no son
producto del capricho del gobernador o algún empresario amigo, sino que
dependen de la opinión mayoritaria de los ciudadanos de cada región, etc.
El
PS es, entonces, una gran expresión política del progresismo que tiene
experiencia de gestión. No somos parte de los que se conforman con el
diagnóstico de la situación. Gobernamos Santa Fe después de un cuarto de siglo
de gobiernos justicialistas, los cuales fueron corresponsables de la
destrucción del tejido social de la sociedad argentina operada principalmente
durante la infame década menemista. No olvidemos que el matrimonio Kirchner
dijo del entonces presidente Menem: “El
mejor presidente que pasó por tierras patagónicas”, seguramente enamorados de
la ficción noventista del 1 a 1.
Así
es como desde el impresentable Larroque, que demasiado eufórico habló de
narcosocialismo, pasando por las silbatinas y cánticos camporistas y kolinistas
a las legítimas autoridades de Santa Fe cada vez que la Presidenta pasó por
allí; sumado a la opereta de utilizar el desborde policial de unos cuantos
miembros de esa fuerza para esmerilar la gestión de Bonfatti, pasando
deliberadamente por alto la imprescindible coordinación institucional para
luchar contra un delito federal como es el narcotráfico, además del absoluto
retiro de la Gendarmería Nacional de territorio santafesino.
Nada
de esto será “comprado” por la enorme mayoría del pueblo argentino, ni aun con
la descarada puesta en escena de los “periodistas” militantes de la ¿Televisión
Pública?
Sin embargo, lejos de victimizarnos, los
socialistas venimos construyendo legislativamente desde Alfredo Palacios en
adelante una tarea donde la prioridad es la Nación Argentina. Por eso decimos
siempre: “Todo lo que le conviene a la Nación es conveniente para el
Socialismo” y vamos a continuar bregando para plasmar en hechos un proyecto
nacional donde el norte sea la igualdad de oportunidades, despreciando la
práctica política totalitaria que persigue el absolutismo y el imperio de la
verdad única: la que baja desde el poder.
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