El Incucai no hace nada frente a la tendencia que en los trasplantes renal, hepático y cardíaco los donantes provienen de hospitales públicos y los receptores se implantan en centros privados. |
Un
sueño de la medicina en el siglo pasado fue el de sustituir un órgano dañado y
no funcional por otro sano. Este sueño se ha tornado realidad en ésta centuria
y, para alcanzarlo, hubo que solucionar de diferentes formas innumerables
problemas.
Entre
1950 y 1955 se hizo el primer esfuerzo clínico sistematizado para trasplantar
un órgano humano en el Peter Bent Brigham Hospital de Boston. Sir Peter
Medawar, quién ganó el Premio Nóvel en 1960, describió las bases inmunitarias
para el rechazo del injerto. En 1963 el Dr. Thomas Starzl realizó el primer
trasplante de hígado humano y en 1967 el Dr. Cristiaan Barnard trasplantó un
corazón en un paciente.
Problemas
técnicos
En
los comienzos de 1950, nuevos progresos técnicos y tecnológicos permitieron el
primer trasplante de riñón en pacientes gemelos histo idénticos, que Lawer y
Dubóst hicieron en 1954. Lower y Shumway en sus laboratorios, con el empleo de
la circulación extra corpórea, pudieron colocar un corazón en forma
orto-tópico. Lillehei en 1966, trasplantó un páncreas, y en 1967 intestino
delgado. De estas consideraciones se desprende que el problema técnico fue
resuelto hace más de medio siglo.
Barrera
inmunitaria
Una
vez controlado técnicamente el trasplante, se notó que surgían reacciones
biológicas en el sistema del receptor y el tejido injertado. El primer rechazo
clínico de aloinjerto se observó en 1952 en París, días después que un niño
recibió un riñón de su madre. En Boston, al realizarse el primer trasplante de
riñón entre gemelos idénticos, la ausencia de rechazos entre los dos tejidos
genéticamente compatibles, constituyó una prueba indirecta de la importancia de
las defensas inmunitarias en el receptor, contra el tejido heterólogo, que
permitía la aparición de rechazo.
Una
vez definida la importancia de los linfocitos como factores básicos en el
rechazo, el empleo de diferentes tratamientos y drogas anti rechazos, han
mejorado sustancialmente la calidad y cantidad de sobrevida de los receptores.
Conceptos
éticos
La
aplicación del concepto de muerte cerebral, después de años de discusión, y
actualmente de paro cardiaco, dio comienzo a una nueva era en la procuración de
órganos y tejidos, como así también, incrementó sustancialmente el número de
órganos donados.
Estos
problemas se han manifestado a posteriori, fundamentalmente con los donantes
vivos, que ofrecen sus órganos, riñón, ojo, pulmón, hígado, a través de
diferentes medios de difusión, e inclusive en internet. La situación se agrava
con el turismo de trasplante, donde un paciente puede comprar un órgano y,
viajar a implantárselo, o hacer viajar al donante hacia donde se encuentra el
receptor o, finalmente, viajar ambos hacia el centro de trasplante.
Aspectos
económicos
Sin
lugar a dudas, el crecimiento demográfico, el incremento de la demanda de
órganos, como así también el empobrecimiento de las franjas críticas y el
desplazamiento del mercado mundial hacia el huevo asiático -China, India, Rusia
y Sudáfrica-, ha creado un mercado de órganos que exige una pronta legislación
mundial para detener el tráfico.
El
arte y la ciencia de la inmuno modulación, se han transformado en los pilares
de todo comentario, en relación con el trasplante. La preservación del paciente
receptor, mediante mecanismos de hemodiálisis, sistema de soporte de la función
hepática, asistencia ventricular y corazón artificial, han contribuido a
aumentar exponencialmente el número de receptores, creando una demanda casi
incontenible de órganos a nivel mundial.
En
nuestro país, a partir de la Ley de Trasplante de Órganos y Tejidos Nº 24.193,
se establece la normativa que determina el funcionamiento para satisfacer la
demanda de los pacientes que esperan un trasplante. Además, mediante el
esfuerzo del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e
Implante que impulsa, normatiza, coordina y fiscaliza, la actividad de
donación, trasplante de órganos, tejidos y células, mediante políticas
sanitarias y programas institucionales, se ha conseguido el incremento de
órganos donados para la extensa lista de receptores en espera.
Pero
hemos notado en la “memoria 2010” una tendencia en trasplante renal, hepático y
cardíaco: los donantes provienen de hospitales públicos y los receptores se
implantan en centros privados.
Razón
por la cual proponemos, para equilibrar esta tendencia, la creación y apoyo
científico-económico de centros de trasplante de órganos en hospitales
públicos, de preferencia hospitales escuela en cada una de las regiones que
agrupan provincias con realidades y problemáticas sociales, sanitarias y
económicas similares.
Región
Noroeste: Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, bajo
coordinación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán.
Región
Noreste: Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa, bajo coordinación de la
Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Noreste.
Región
de Cuyo: La Rioja, Mendoza, San Juan y San Luis, bajo coordinación de la
Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Mendoza.
Región
Centro: Córdoba, Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Entre Ríos y
Santa Fe, bajo coordinación de la Facultades de Medicina de las Universidades
Nacionales de: UBA, y Rosario.
Región Sur: La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa
Cruz y Tierra del Fuego, bajo coordinación de la Facultad de Medicina de la
Universidad Nacional de La Plata.
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