Se fue Ricardo Durval Nazer, uno de los más destacados
periodistas deportivos de Santiago del Estero.
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Tenía
un vivo interés por la actividad de periodismo deportivo; o sea, sentía un
apego y una pasión incomparables por su oficio de cronista. Ese fue Ricardo
Durval Nazer, un destacadísimo hombre de la prensa deportiva de la provincia que falleció a las tres de la madrugada de este
domingo 24, víctima de un paro cardíaco
mientras dormía en su hogar en compañía de su esposa.
Contaba
con 67 años y hace menos de un mes logró completar los trámites y alcanzar los
beneficios de la jubilación. Ese día se despidió (“para cobrar mi primer mes a
fines de noviembre de la Anses”), de la que fue su última gran segunda casa, el
diario El Liberal.
Ricardo
padecía una malformación congénita con retracción dactilar, que hacía que la
mano derecha la tuviera prácticamente colgando. No la podía estirar, y era la
más útil, porque siempre fue diestro. Sin embargo, de pequeño recibió buenos consejos
en el hogar y gran comprensión en la escuela, que lo educaron hasta que aprendió
a usar la izquierda.
Era
un espectáculo verlo elaborar sus crónicas, sobre todo en las viejas máquinas
de escribir Olivetti porque los dedos de su mano izquierda eran rapidísimos desplazándose por el teclado, mientras la
defectuosa (la derecha) se ocupaba de ayudar, sin perder una milésima de
segundo, para que el periodista pasar al siguiente renglón de sus escritos.
Esa
dificultad no le preocupaba. Incluso, él
mismo inventaba bromas. Claro, se daba el lujo de reírse de sí mismo sabedor
que podía compensar todo con su gran pasión deportiva y su capacidad de buen
analista en lo deportivo y de observador prudente a la hora de formular sus
opiniones. A todo ello le agrega su gran talento.
Además
de buen cronista, Ricardo era un fanático de la estadigrafía.
Recordamos
sus compañeros que en la época en que no existían métodos digitales, él confeccionaba
manualmente todos los resultados con los datos más insólitos, tanto del fútbol
como del boxeo (segunda de sus pasiones), y llenaba cuadernos con las recolecciones
de datos más precisas y completas.
Y,
como persona, exhibió siempre un espíritu fraterno que le permitía congeniar
con todos. Su gran corazón era otro de sus mejores valores.
Ricardo
Durval Nazer fue distinguido por distintos organismos provinciales y
nacionales, así como entidades deportivas y el Círculo de Periodistas
Deportivos de Santiago del Estero.
El
último galardón de nuestro querido amigo y hermano Ricardo, se lo otorgó el
Senado de la Nación como “maestro y pionero de la profesión”, junto a otros
nueve colegas de otras provincias argentinas.
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