La
licenciada Marta Gabriela Michetti se jacta a diario de ser la “instauradora”
de la honorabilidad en el Senado de la Nación, que preside en su carácter de
vice del presidente Mauricio Macri. Sale por los medios haciendo alharaca de
que está “limpiando” la grasa kirchnerista y “sacando a patadas” a los ñoquis
que venían llenándose los bolsillos del favor político de sus jefes que los
premian con cargos y funciones públicas que no cumplen.
“Habrá
2.000 despidos en el Senado luego de mi tarea de revisión de contratos”,
declaró la “instauradora de la honorabilidad”, hace algunas horas.
Sin
embargo, le pasó por alto a la licenciada Michetti el caso de los tres ñoquis
que llegaron como “asesores” de Emilio Rached, actual intendente de Pinto,
Santiago del Estero, y que todavía se sostienen a través de fraudulentos arreglos
políticos.
En
efecto, Natalia Gabriela Neme, Luciana Patricia Rached (hija de Emilio Rached)
y Alejandro Israel Parnás, lograron que el senador de Formosa, el radical Luis Petcoff
Naidenoff, les justifique el sueldo argumentando que “prestan
servicios de asesores en territorio formoseño”.
“Son
asesores que ganan entre 43 mil y 56 mil pesos por mes, porque, se imaginarán,
asesoraron en toda la provincia de Santiago del Estero y ahora ‘caminan’ por
pueblos de todo Formosa”, bromeó un veterano cronista parlamentario que trabaja
en el Senado de la Nación.
Naidenoff,
quien jamás criticó al ex vicepresidente Amado Boudou porque presidía las
sesiones pese a que estaba procesado, como lo hacían a diario otros
parlamentarios, como el cordobés Luis Juez, mantuvo buenas relaciones con el kirchnerismo
senatorial. Por ello, entre otros favores, logró que Boudou pasara a planta
permanente a Neme, Rached y Parnás, unas horas antes de dejar su cargo el 10 de
diciembre pasado.
Michetti, ¿es o se hace?
No
debe ser ni seria ni prolija ni imparcial la revisión de contratos que realiza
Michetti como para que se le filtren estos tres ñoquis que vienen robando plata a las arcas del Congreso Nacional, percibiendo sueldos exorbitantes sin
que puedan exhibir un solo dictamen o proyecto acercado a sus jefes políticos.
Si
la licenciada Michetti actuara con la sinceridad política de la que hace gala podría decir que saca a los
ñoquis de los kirchneristas y que deja a los de sus amigos y/o aliados
radicales, como es el caso del formoseño Naidenoff que se da el lujo de amparar
a los suyos y a los de Rached, con sueldos obscenos que van de 43 mil a 56 mil pesos.
A
todas luces, Michetti es hipócrita como Boudou, Rached y Naidenoff: finge virtudes
y cualidades de honestidad que no practica.
Además, la vicepresidenta
mostró sus uñas de entrada: con una mano echaba a la calle a la grasa
kirchnrista del Senado y con la otra ascendía a su prima María Alejandra Illia,
quien ahora percibirá la bonita suma de 45 mil pesos mensuales.
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