La administración de Barack Obama pidió a la Cámara de Apelaciones de Nueva York que se levanten las restricciones legales contra la Argentina. |
El
gobierno de Barack Obama envió un Amicus Curiae a la Cámara de Apelaciones de
Nueva York en apoyo a la postura argentina de levantar las restricciones
legales que pesan contra el país.
En
tal sentido, el gobierno estadounidense planteó la necesidad de “levantar las
restricciones a la luz de los cambios de las circunstancias actuales del país”,
que tienen que ver con la nueva gestión del presidente Mauricio Macri.
“Los
Estados Unidos tienen especial interés de política exterior en apoyar a la
nueva administración de la Argentina en sus esfuerzos por revertir políticas
económicas anteriores, para normalizar la relación de Argentina con sus
acreedores, y fortalecer su economía. Si no se anula el pari passu esto tendría
serias consecuencias para la economía argentina y para los intereses de Estados
Unidos en la región en general”, sostiene la presentación que lleva la firma de
Preet Bharara, en su condición de fiscal de los Estados Unidos para el Distrito
Sur de Nueva York y abogado de los Estados Unidos como Amicus Curiae.
Trámite de “país amigo”
Inédito gesto del presidente Obama a favor de la gestión de Mauricio Macri, ayudándolo a destrabar el litigio con los fondos buitres. |
La
figura Amicus Curiae -que literalmente significa amigos del tribunal- comprende
a presentaciones que pueden realizar terceros ajenos a una disputa judicial
-pero con un justificado interés en la resolución final del litigio-, a fin de
expresar sus opiniones en torno a la materia, a través de aportes de
trascendencia para la sustentación del proceso judicial.
En
la presentación realizada por el gobierno estadounidense pesó con fuerza el
nuevo vínculo que buscan forzar ambos mandatarios y los pasos en firme dados en
los últimos meses por la administración Macri en las negociaciones encaradas en
el marco de la medición que encabeza el abogado Daniel Pollack con los
holdouts.
En
las primeras semanas de marzo estas conversaciones permitieron coronar un
acuerdo con los fondos buitres más díscolos, encabezados por NML y Aurelius.
Tras
la confirmación de este acuerdo, el subsecretario del Tesoro para Asuntos
Internacionales, Nathan Sheets, le transmitió al ministro de Hacienda y
Finanzas, Alfonso Prat Gay, el beneplácito de la administración Obama y el
apoyo a “los esfuerzos en curso para asegurar una aprobación legislativa”.
Ahora,
tras la media sanción dada por la Cámara de Diputados al proyecto de
normalización de deuda, y el dictamen positivo obtenido en un plenario de
comisiones del Senado, surge este nuevo espaldarazo a través de un amicus en el
que afirman que “desde la asunción del presidente Macri en diciembre de 2015,
Argentina ha dado pasos significativos para normalizar sus relaciones con los
acreedores, incluyendo a los bonistas demandantes, resultando en un acuerdo
que, según la corte distrital, resolvería cerca de 85% de los reclamos”.
El
principal argumento del escrito es que las condiciones que dieron lugar a la
restricción para que la Argentina les pague a sus bonistas cambiaron
sustancialmente durante los últimos meses, a partir de la decisión del país de
volver a la mesa de negociación “de buena fe” y por lo tanto, “mantener la
cautelar no sólo es innecesario, sino también contraproducente”.
A renglón seguido
advirtieron que, de seguir vigente las cautelares -como solicitan algunos
fondos buitre y otros tenedores- la Argentina no podrá acceder a los mercados
de capitales para contar con el dinero necesario para pagar en tiempo y forma a
los demandantes.
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