Enojo de la ciudadanía friense con el desempeño de la jueza de la causa por el crimen de Jonatan. |
Todas estas “convicciones populares” hacen que las marchas en protesta por el crimen de policía Jonatan Barrera sean cada vez más numerosas y con un firme objetivo: exigir el apartamiento de la investigación y de la causa de la jueza Sara Harón.
El dato es preocupante. La ciudadanía sospecha de que la magistrada va a cerrar rápidamente la causa y va a optar por procesar y culpar a un “perejil”, sin tocar lo que parece intocable.
La gente cree que hay orden de terminar con la instrucción y “sacarse un peso de encima” por el crimen de Jonatan. Claro, será el gobierno provincial el que busca dar vuelta la hoja, sin advertir que la madre, los familiares, amigos y todo el pueblo de Frías no va a aceptar cualquier fallo.
Y exigen que la jueza abandone la causa porque no investigó a los policías ni al intendente Néstor Humberto Salim, sospechados, al menos, de tener mucha información considerada valiosa para el esclarecimiento del crimen.
“Si uno de nosotros hubiera recibido una llamada telefónica de Jonatan unos minutos antes de que lo mataran, estaríamos el ojo blanco en el calabozo”, reflexionó un vecino friense mientras acompañaba la marcha de la noche del viernes.
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