La lista de Zamora a la que muchos rechazan, pero en silencio: Pérez, Pastoriza, Herrera y Ruiz. |
De los concurrentes, sólo dos pidieron explicaciones: un dirigente del interior y la hermana de Niccolai. Por supuesto, rápidamente, los hicieron callar. “Hay que acatar. Es lo que ha resuelto Gerardo”, fueron las palabras que utilizaron Niccolai y Daives para poner paños fríos a la calentura de los radicales venidos desde lejos. “Nos hubieran dicho por teléfono y no hacernos gastar en viajes para darnos esta oscura lista de candidatos”, pensó un joven del Norte, a la salida del local de 9 de Julio e Independencia.
Luego, el viernes, ya Zamora, en el Consejo de Ciencias Económicas, reunió a toda la tropa de ex justicialistas y ex radicales; o sea, al zamorismo.
Allí presentó a sus cuatro candidatos titulares. Hubo aplausos. Igual como se comportaban estos dirigentes cuando eran de Carlos Juárez, de César Eusebio Iturre, de “Nina” Aragonés o de José Zavalía. Muchos aplausos y vivas, pero en el interior. Afuera soltaban toda la verdad: “¡Estamos locos. Cómo vamos a reelegir a tantos inútiles que desprestigian a la clase política de Santiago en el Congreso!”.
Los enojos más virulentos provinieron de los ex radicales. Están calentitos y abrigando la posibilidad de votar a Ricardo Alfonsín.
Pero se repite el fenómeno encarnado en los mal llamados dirigentes y militantes que aplauden adentro, en la cara del líder, y luego reniegan e insultan a sus espaldas. Así le hacían a Juárez, a Iturre, a “Nina” y a Zavalía.
¡Una manga de cobardes! ¡Todos oportunistas!
Total, mañana harán lo mismo con el próximo líder o gobernante, porque de lo se trata es de cuidar el carguito y el sueldito.
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