Por Nicolás Márquez.
El parricida kirchnerista Sergio Shoklender sigue libre por decisión del juez (también kirchnerista) Norberto Oyarbide (el mismo que dejó libre al eficiente escondedor de los fondos de Santa Cruz Néstor Kirchner cuando arreciaban denuncias por su enriquecimiento personal); la ex ministro kirchnerista Felisa Michelli (famosa por su bolsa toilletera) sigue libre; Amado Boudoú (cuya campaña habría sido financiada por Hebe de Bonafini) acusado de adquirir autos de lujo de manera irregular prosigue libre (con solo escucharlo cantar surge la irreflexiva tentación de encerrarlo un rato); el famoso patotero y manipulador del Indec Guillermo Moreno también está libre; el ministro Julio de Vido (quien reconoció la existencia de la Aduana paralela en Venezuela) se encuentra libre; el incendiario de comisarías, trompeador oficial y ex secretrario de Estado kirchnerista Luis D ´elía anda libre (y cortando rutas); la profesional del nepotismo y ex Secretaria de Estado Romina Piccoloti sigue libre (al igual que su competidor y colega en nepotismo Claudio Morgado -quien hizo lo suyo en el Inadi-); Hebe de Bonafini (sindicada de tener millonarias cuentas bancarias a su nombre en Europa con fondos estatales) también anda libre; el empresario kirchnerista Hugo Moyano (salpicado hasta las orejas por la causa de los medicamentos “truchos”) también está libre; toda la recua de los ex Montoneros (organización autora de infanticidios y secuestros varios) que integran este gobierno también se encuentran libres (no así quienes oportunamente los combatieron); y como noticia fresca, el Senador kirchnerista Carlos Menem acaba de quedar libre de culpa y cargo del escandaloso episodio del contrabando de armas.Una de dos: o los funcionarios kirchneristas son hombres probos e impolutos a los que injustamente se les mancilló su buen nombre y honor con acusaciones falsas o son unos malditos crápulas que gozan de la consabida impunidad estatal y judicial.
En nuestra opinión, todo indica que la Argentina kirchnerista se ha convertido en una nación que evidentemente se ha liberado: hoy somos libres de instituciones, libres de jueces independientes, libres de toda vergüenza y lo que es peor, libres de votantes que se indignen ante la inmoralidad institucionalizada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario