Zamora, “Sugus” y Schoklender

“Sugus” y Zamora facilitaron la maniobra de Sergio Schoklender que hace un año sacó “en un rato” 40 millones de pesos de la cuenta de “Las Madres”.

Fuimos y somos los únicos, desde Arena Política, que informamos cómo Sergio Schoklender extrajo indebidamente 40 millones de pesos, en una sola jornada, de la cuenta de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
Fue un desfalco descarado organizado por el ex apoderado, ex socio y ex protegido de Hebe Pastor de Bonafini, junto a sus amigos del gobierno nacional y del gobierno de la provincia de Santiago del Estero.
Debemos saber que desde siempre, presentados por Néstor Kirchner, Gerardo Zamora, Hebe y Sergio, mantuvieron estrechas relaciones con el pretexto de la construcción de las viviendas de “Las Madres”.
Ahora, el prestigioso diario La Nación de Buenos Aires, en su edición del domingo 2 de octubre, en una nota que escribe Hugo Alconada Mon, confirmó la maniobra delictiva.
El diario porteño describe que la primera alerta sobre las irregularidades de Schoklender y la corruptela de sus amigos santiagueños salió de nuestra provincia, cuando las autoridades del Banco Santiago advirtieron de una operación sospechosa a la Unidad de Información Financiera (UIF). Esto fue el 19 de marzo de 2010.
Habían descubierto movimientos cuestionables en una cuenta a nombre de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, con intervención de Sergio.
El Banco Santiago terminó cerrando la cuenta.
Luego, la entidad bancaria local recibió pedidos de información adicional desde la UIF, que respondió en dos ocasiones. De esta cuestión no hubo más noticias desde la unidad antilavado que preside José Sbattella.
Lo cierto es que aquel 19 de marzo del año pasado, Zamora puso a su jefe de Gabinete, Elías “Sugus” Suárez, que ayudara a Sergio Schoklender a perpetrar el desfalco en perjuicio de la cuenta de la Fundación. “Sugus”, junto a su hija, que oficia como jefe de Personal de “Madres” en Santiago, juntaron a medio centenar de menesterosos, les pidieron los documentos y los llevaron a desfilar por el banco cobrando sus respectivos cheques.
Por supuesto, dieron dos pesos a cada uno de los menesterosos y Sergio se llevó la mejor parte, no sin antes “habilitar” a sus socios santiagueños.