¡Bien por el hijo de Zamora! ¡Mal por los chupamedias!

Francisco David Zamora, flamante contador, posa junto a compañeros de violín, en el Instituto Privado de Arte.

Hoy, Gerardo Zamora puede festejar muchas cosas, como por ejemplo, el Día de los Enamorados; al igual que muchos seres en el mundo.
Pero además él, desde anoche, es un padre feliz y hoy va a recibir, con seguridad, muchas auténticas felicitaciones.
Tiene merecidos todos los elogios, porque su hijo Francisco David (22 años) ha alcanzado anoche el título de contador público nacional, en la Universidad Católica de Santiago del Estero (Ucse), tras rendir satisfactoriamente (libre) la última materia, Impuesto III.
Los padres que tienen hijos profesionales son depositarios de celebraciones porque de uno u otro modo han influido o ayudado para que se cumpla el sueño de recibir una graduación. Consecuentemente, el elogio es también para Mariela Tarchini, la mamá de Francisco.
Corresponde hacer notar que “el chico es buen estudiante”, y sus amigos lo están alentando para que concluya su otra carrera, de abogado, que inició, paralelamente, en la Universidad Siglo XXI.
Asimismo, Francisco David es alumno adelantado de violín, en el Instituto Privado de Arte, que dirige la profesora Felisa Juárez de Perea.

Mamarracho de los aplaudidores

Es una lástima que Zamora no haya podido controlar a sus acólitos y chupamedias, a la hora de festejar el título de su hijo.
“Pasados de rosca” (como dicen los muchachos), los seguidores llevaron a la universidad a los fotógrafos de Prensa de la Gobernación, y pusieron a disposición vehículos (camionetas) con inscripciones de reparticiones públicas para que los compañeros de graduado realicen la recorrida por el centro de la ciudad. ¡Un papelón que no merecía el chico!
Otra ostentación que raya el escándalo la protagonizó Zamora, cuando frente a condiscípulos le entregó las llaves de un automóvil cero kilómetro, con lo que aumentó a cinco el número de rodados que tiene el hijo del gobernador.