Represión: ¿por qué Molinari no imputó a civiles que actuaron con los militares?

Restos de santiagueños que se secuestraban, torturaban y mataban en Santiago, y se los conducía a Tucumán, por orden de Bussi.

El 8 de mayo comenzarán a ventilarse los horrendos crímenes que cometieron militares, policiales y civiles en el ámbito de Santiago del Estero durante la dictadura militar, y el juez federal Guillermo Molinari cerró la etapa de instrucción de la investigación con los secuestros, torturas y muertes del denominado Grupo 4.
El plenario abordará 44 casos por secuestros, torturas y desapariciones cometidos antes y después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, y los acusados son el ex militar Jorge D’Amico y los ex policías Musa Azar, Juan Bustamante, Miguel Garbi, Ramiro López Veloso, Francisco Laitán, Carlos Capella, Rolando Salvatierra, Eduardo Baudano, Gregorio Brao, y Roberto Díaz, este último prófugo.
Curiosamente, Molinari no investigó a numerosos civiles que actuaron en los operativos represivos, muchos de los cuales se encargaban de hacer los traslados de secuestrados en Santiago hacia la Quinta Brigada de Infantería, con sede en Tucumán, y por aquellos tiempos a cargo del extinto Antonio Domingo Bussi.
Una inexplicable falencia del juez, sobre todo porque el juzgado Federal a su cargo tiene datos e informaciones fehacientes de los civiles que actuaron “activamente” con los “grupos de tareas”, los que hoy residen en Santiago del Estero con total impunidad, pese a haber sido “partícipes directos” en las desapariciones de personas en nuestra provincia.
Incluso, Molinari tiene a mano la lista de civiles que figuran como empleados del ejército (en una unidad de Tucumán), recibiendo una paga como “informantes” y “choferes” para el traslado de secuestrados.

Gravedad

Ahora, los militares, policiales y civiles no tienen excusas luego de que el mayor genocida, Jorge Rafael Videla, reconociera que su dictadura mató a “siete mil u ocho mil personas” que estaban detenidas o secuestradas y que hizo desaparecer sus restos “para no provocar protestas dentro y fuera del país. Cada desaparición puede ser entendida ciertamente como el enmascaramiento, el disimulo, de una muerte”.


Bussi contrató a civiles de Santiago en la represión.

 Además, justificó el uso de la tortura durante “la guerra” y rescató la influencia de la Doctrina Francesa en la lucha contra la guerrilla.
Estas confesiones aparecerán en el libro del periodista porteño Ceferino Reato (editor de la revista Fortuna y autor del best seller Operación Traviata), quien mantuvo veinte horas de entrevistas con Videla entre octubre de 2011 y marzo de 2012 en Campo de Mayo. “Disposición Final”, se titula el nuevo libro de Reato, que acaba de anticipar algunos puntos sobresalientes y de los que se hizo eco toda la prensa nacional e internacional.
Por ejemplo, Videla añadió: “No había otra solución; estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra contra la subversión y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta”, confesó el dictador.
“Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco fusiladas”.
“La frase ‘Solución Final’ nunca se usó. ‘Disposición Final’ fue una frase más utilizada; son dos palabras muy militares y significan sacar de servicio una cosa por inservible. Cuando, por ejemplo, se habla de una ropa que ya no se usa o no sirve porque está gastada, pasa a Disposición Final”, cuenta Videla a Reato.

El Tribunal Oral para Santiago

Cabe informar que el Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero iniciará el juicio contra los represores santiagueños, el 8 de mayo próximo.
En ese sentido, acaba de rechazar los planteos de recusación contra dos de sus integrantes.
Según informó a la Agencia de Derechos Humanos, el Tribunal rechazó los planteos contra el vocal José Fabián Asís, camarista de Córdoba; y jueza suplente Alicia Noli, camarista de Tucumán, aunque las defensas podrían recurrir a la Cámara Nacional de Casación Penal.