Pato, después de cometer todos los ilícitos como jefe de policía, pasaría a ser secretario de Seguridad. |
Nadie puede comprender cómo y por qué Pato sigue en el cargo, después de hundir a la policía de Santiago del Estero en la “peor de la historia” de la provincia, donde los verdaderos ladrones son el jefe de la repartición y todos sus integrantes (con las lógicas y escasas excepciones).
Una de las últimas correrías del tal Pato ha sido el escandaloso robo de los bienes y pertenencias del ex intendente de la Capital, Julio Alegre, al que el jefe y su plana mayor le dejaron en el lugar donde deberían estar los secuestros, un slip usado y un par de medias. Pato se llevó los objetos más valiosos de Alegre, como los aparatos para realizar gimnasia en la casa y sus secuaces de la plana mayor se apoderaron de juegos de living, de comedor, de dormitorio, televisores, etc.
Lo más interesantes fue que una jueza del zamorismo, Rosa Falco, los descubrió, los indagó y recepcionó la denuncia de Alegre.
En pocas líneas, el perfil profesional y la calidad de funcionario que es éste Pato, al que Zamora decidió mantenerlo a su lado.
Secretario de Seguridad
Aunque Zamora lo defienda (junto al impresentable de su ministro de Gobierno, José Emilio “Pichón” Neder), la conducta delictiva de Pato supera todos los ranking y está devaluado más aún a la mala policía santiagueña.
Por ello, Zamora y su ministro de Justicia, Ricardo Daives (que se cree el sabelotodo), han ideado una salida “elegante” (para ellos será elegante) de Pato. Están elaborando los instrumentos que permitan volver a crear la Secretaría de Seguridad, que fuera “inventada” por Carlos Juárez, cuando el caudillo buscó con ese cargo terminar con la interna entre el represor y mayor del ejército, Jorge D’Amico y el represor y policía Musa Azar. El militar fue secretario de Seguridad y Azar subsecretario de Informaciones. Juárez los excluyó del manejo de la policía (que era lo que buscaban) y los puso a “espiar” a opositores, sacerdotes y periodistas, como un modo de nutrirse de dos canales de “inteligencia” e “informaciones”.
Hoy, repitiendo esa historia, Zamora y Daives buscan excluir de la jefatura policial al repudiado Pato llevándolo al cargo de secretario de Seguridad. Claro que esta vez la figura estaría dentro del área del Ministerio de Justicia, que conduce Daives.
De este modo, Pato seguirá oficiando de “correo” o de “valijero” de los funcionarios de la Casa de Gobierno que, periódicamente, lo comisionan para que traslade grande valijas con dineros que son depositados en bancos de provincias vecinas y hasta de países limítrofes.
¡He aquí el “nuevo Santiago” del zamorismo! ¡He aquí, la calidad de los funcionarios provinciales!
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