El jefe de policía y el matrimonio Cappellini-Iturrez impidieron la libre circulación de jóvenes ambientalistas. |
En su mayoría son jóvenes que se auto convocan y analizan, discuten y, finalmente, deciden organizarse y luchar a favor de la vida natural y el agua en la zona de Sumampa y Villa Ojo de Agua.
El otro día se festejó el aniversario de la ciudad Villa Ojo de Agua, que cumplió 128 años, y el intendente Rodolfo Cappellini y su esposa, la senadora Ada Iturrez, invitaron al gobernador Gerardo Zamora para que presida las celebraciones.
Pero como los Cappellini-Iturrez manejan toda la zona en base a la dádiva con fondos públicos, siguen con la metodología de llevarse todo por delante como cuando eran iturristas, mujiquistas y juaristas.
Por ello, ante la llegada del gobernador Zamora, hablaron con el jefe de policía Marcelo Pato, y le dijeron que “Gerardo tenía que pasar una buena jornada y no ser molestado por los “hincha pelotas” de los ambientalistas de Sumampa y del propio pueblo de Ojo de Agua”.
Por supuesto que a Pato se le brilló la mirada porque recordó sus tiempos (en democracia) cuando era “la mano derecha” del subsecretario de Informaciones, Musa Azar, y espiaba, vigilaba y reprimía a los políticos, periodistas y manifestantes antijuaristas. Pato, con su suegra diputada provincial de la Rama Femenina de Mercedes Marina Aragonés de Juárez, hizo un “carrerón” en la policía, siempre amparado por “la pariente legisladora” y el todopoderoso Musa Azar.
Es muy loco cortar el paso a la gente
Pato parece haber olvidado sus “clases” como “profesor” de los cadetes de la escuela de Policía cuando les inculcaba los principios y deberes de la repartición y los límites que tienen los uniformados frente a protestas o manifestaciones de la gente y del pueblo.
Se olvidó porque en este caso, con órdenes de Cappellini e Iturrez de Cappellini, mandó a sus subalternos a “cortarles el camino” a los jóvenes ambientalistas en la intersección de la ruta provincial 133 y la ruta nacional 9.
Les privó el caso y los tuvo encerrados. Dejaba pasar a otros automovilistas o transeúntes, pero no a los jóvenes ambientalistas que iban a manifestarse pacíficamente y con pancartas.
“Recibimos órdenes de los de arriba”, les dijo el jefe del operativo que, por vivir en la zona, conoce a todos los manifestantes.
¿Se habrá enterado el jefe de policía cuál es la preocupación de los muchachos y chicas de Sumampa y Ojo de Agua?
Se lo informamos. No quieren que continúen los trabajos de explotación minera en la zona de Jasimampa, a cargo de la empresa de la empresa canadiense (con operadores sanjuaninos) GaiaEnergy, que hace más de un año comenzó a explorar la zona y, a cielo abierto, busca en “las tierras raras”.
Pato debería leer en la Constitución de los argentinos (junto a Cappellini e Iturrez), el artículo que rescata el derecho a circular libremente…al menos que la Villa Ojo de Agua, que es un feudo, tenga su propia carta magna.
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