Silva Neder, el “López Rega” de su tío “Pïchón” Neder

La idea autoritaria del “López Rega” del Ministerio de Gobierno que quiere que los empleados se le arrodillen y le rindan pleitesía.

Cuando se desempeñaba como uno de los secretarios privados de Carlos Arturo Juárez, en 1995, en la sede del ex Banco Provincia, era “Carlitos” Silva y se destacaba por su don de gentes con los que visitaban al ex gobernador, y por su diligencia en el manejo de la cosa pública desde la Secretaría Privada de la Gobernación.
Hoy, y desde que asumió Gerardo Zamora y éste nombró ministro de Gobierno a José Emilio “Pichón” Neder, o sea hace siete años y medio, el otrora secretario privado de Juárez hace uso y abuso del Ministerio político. Además, se hace llamar Carlos Silva Neder, porque se añadió el apellido materno.
Atiende al que quiere y cuando quiere, y hace relucir el autoritarismo que escondía en la época juarista. Los empleados a los que Silva Neder persigue y discrimina lo bautizaron como “el López Rega” de su tío “Pichón” Neder, en rememoración del que fuera el secretario privado de Juan Perón, el tristemente famoso José López Rega que se las daba de “brujo” y que creó la Triple A para asesinar a los que militaban en Montoneros o en la Tendencia Peronista.

Perseguidor


Carlos Silva Neder.

Cuando Silva Neder mostró sus uñas fue durante el conflicto laboral de los empleados del Ministerio de Gobierno que desempeñan sus labores en las oficinas de Moreno y San Juan y en la Sociedad Siriolibanesa.
Hubo una reacción colectiva porque exigían el pago de horas extras y viáticos atrasados de hacía varios años, con ocupaciones a estas oficinas que derivaron en discusiones, persecuciones y sanciones.
Sin embargo, la lucha espontánea terminó dando la razón a los empleados, quienes a partir de noviembre próximo cobrarán los extras que le adeuda la administración pública.
Pero en el ínterin apareció el afán discriminatorio y persecutorio de Silva Neder, quien dispuso (¿desde cuándo tiene tantas facultades?), que a los “cabecillas”o “líderes” de las protestas no se los incluyera en las listas de los que percibirán horas extras y viáticos adeudados.
El “Lopecito” de “Pichón” Neder no se olvidó que fueron esos “cabecillas” los que lo salieron a enfrentar durante el conflicto, y a los que no pudo amedrentar cuando los sancionó y luego amenazó con cesantearlos, en un hecho relatado por Arena Política.
Llama la atención que como si fuera el todopoderoso del gobierno, Carlos Silva Neder se tome revancha de este modo y que, como abogado, desconozca que con esta conducta queda incurso en el delito de abuso de autoridad al dejar fuera del pago de una deuda del Estado a los empleados que se animaron a encabezar una protesta legítima, como es exigir la recompensa por trabajos extras.
Por supuesto que el nuevo conflicto recién comienza, y Silva Neder no advierte que su desatino, torpeza y falta de tacto político podrían causar consecuencias inesperadas que afectarían el funcionamiento de la administración pública.