Decepción de los “operadores políticos” de la Casa de Gobierno por el desagradecimiento de los denominados sectores de izquierda y del Mocase. |
Zamora, entonces, aceptó el reto y dio instrucciones a su jefe de Gabinete, Elías “Sugus” Suárez, para que se maneje de manera directa con los “zurdos” venidos de Buenos Aires.
Del mismo modo, cuando arribó Hebe de Bonafini y los hermanos Sergio y Pablo Schoklender a exigir terrenos fiscales (de la comuna capitalina) para iniciar sus planes de viviendas (Fundación Sueños compartidos) , Zamora le dio todo el manejo a “Sugus”.
Como anécdota, lo primer que hizo “Sugus” fue convertirse en socio de Sergio Schoklneder e imponer que su hija abogada sea designada jefa de Personal y “responsable general” en ausencia de los porteños.
Plano político
Nélida Bibiana Solorza, la diputada que ganó la banca cedida por Zamora al Mocase. |
Fue, por mucho tiempo, considerado como “el frente de ‘Sugus’, y metió en la misma bolsa a todo el que pasaba por frente a la Casa de Gobierno y se auto-denominaba “zurdo”, “revolucionario”, “progresista” y “defensor de los derechos humanos”.
En verdad, entraron todos. Hasta el Mocase apareció con su perfil político.
Claro que “Sugus” los atrajo con dádivas provenientes de las arcas públicas. Por ello todos los dirigentes subsidiados o pagados “por bajo la mesa” por el jefe de Gabinete, estaban convencidos que Zamora y Suárez eran “muy altos y de ojo claros”.
Cuando vino la reelección del primer mandatario, “Sugus” le acercó su nómina del Frente Compromiso Social que llevaba lista de diputados y con Zamora en la categoría a gobernador. Por la tracción de Gerardo, los desconocidos “zurdos” lograron cuatro bancas en la Legislatura. El Mocase, que trabajó con toda su estructura por el Frente por Santiago, alcanzó el cuarto escaño para su dirigente Nélida Bibiana Solorza.
Con esa banca, el Mocase y los otros volvieron a llenarse los bolsillos con los “dinerillos” que la Jefatura de Gabinete se daba maña para “atenderlos bien” y mantenerlos como “buenos aliados”.
El Mocase ganó las alfombras de los despachos públicos en los tres poderes. Era la “vedette” de la política provincial. Sus conductores, allá, en el campo, reconocieron que gracias a la intervención federal de Pablo Lanusse y al gobierno de Gerardo Zamora, les permitieron “un reposicionamiento de los líderes campesinos” y destacaron que crearon el Registro de Poseedores y el Comité de Emergencia.
Se dieron vuelta
Hoy, el Mocase se agrandó y transcurre entre el caos y el escándalo, creyéndose dueño de todas las tierras de los departamentos del Norte. Inversores con títulos, que adquirieron tierras por derecha y con todas las de la ley, dejaron sus campos cansados de aprietes, exigencias de dinero, hurtos, robos y hasta de los hechos de violencia que el Mocase perpetró con muchos encargados que recibieron severos castigos de “las bandas campesinas”.
También el Mocase salió a la calle en Santiago y en la Capital Federal, despotricando contra Zamora.
Emilio Pérsico y Raúl Lorenzo aparecieron en primer plano criticando al gobierno santiagueño por el asesinato de campesinos, a sabiendas que se trataron de actos de violencia por cuestiones personales o duelos criollos y que nada tuvieron que ver con disputas por tierras.
Los abogados Llinás y otro de apellido Ferreyra siguen detrás de causas “a favor de los campesinos”, y aunque se trate de una pelea a rebencazos ellos litigan anteponiendo “desalojo” y a acusan a los “ricos sojeros”. Otros de la misma tendencia andan buscando restos de desaparecidos por todos los cementerios de la provincia para que, con un huesito, ponerle el nombre y el apellido de un asesinado por la dictadura para percibir varios miles de dólares.
Este comportamiento no hace otra cosa que demostrar el infantilismo, la impericia y la improvisación en materia de ingeniería política de “Sugus” Suárez, que usó y distrajo millones de pesos del erario público para favorecer a sus “aliados zurdos” por demás carísimos.
Encima, desaparecido que fuera el proyecto de las Madres de Plaza de Mayo y de los Schoklender, “Sugus” transfirió a su hija abogada que ahora asesora al Mocase.
Si el jefe de Gabinete no le pone freno a estos vivillos que no tienen un voto, debería seguir bancándolos con dineros de sus bolsillos y no de los fondos públicos.
Y si los Lorenzo y otros diputados, como la legisladora del Mocase, no se separan del Frente por Santiago y rompen con el zamorismo, es porque no tienen más que caradurismo y practican la política del oportunismo.
Los afro, la contracara
Menos mal que Zamora, en persona, manejó en silencio y con prudencia su relación con los campesinos descendientes afros santiagueños que residen en San Félix, departamento Jiménez. Son comprovincianos pacíficos, enraizados en sus tierras ancestrales, con laboriosidad y hermanados en una comunidad sin conflictos, no tienen tutelajes de “defensores de los derechos humanos”.
Es que los afros de Santiago creen en las instituciones y solamente solicitan mejoras para el pueblo de San Félix y otras localidades vecinas.
Este viernes, reciben al gobernador Zamora que va a escucharlos y a poner a disposición de todo su gobierno para mejorar, a través de obras de infraestructura, al pueblo de San Félix.
Afiche del encuentro que se realiza este viernes en San Félix, donde descendientes afros reciben al gobernador Zamora, que llega con planes para mejorar al pueblo.
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