Por Mons. Francisco Polti, obispo y Mons. Ariel Torrado Mosconi, obispo auxiliar.
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Problemas para Polti y Torrado Mosconi por echar a un sacerdote que trabajaba ayudando a los que menos tienen. |
Ante algunas versiones periodísticas erróneas comunicamos que el 28 de diciembre se informó al Pbro. Roberto Murall, perteneciente a la diócesis de San Isidro, que el 31 de diciembre de 2012 vencía su contrato temporal de servicio en esta diócesis de Santiago del Estero, y que dicho contrato no se renovaría. Esta decisión es de competencia del obispo diocesano y se ha obrado en todo conforme a derecho, velando -como siempre se procura hacer-, por el bien pastoral de ambas diócesis, del sacerdote y de los fieles. Todo sacerdote pertenece al clero de una diócesis, en términos técnicos se dice “está incardinado en una diócesis”. Por cuestiones de necesidades pastorales, muchas veces los sacerdotes realizan tareas de atención espiritual en un lugar distinto al de incardinación, habitualmente de manera temporal, previo a un convenio entre el la diócesis de origen y la diócesis de destino. En estas circunstancias se encuadra este caso, por lo que no se trata de una sanción ni de una expulsión, como algunos medios han informado, sino de la prevista finalización de un acuerdo previo. Aprovechamos la oportunidad para agradecer al Pbro. Roberto Murall todos los años de servicio a la diócesis y rezamos a la Virgen de Sumampa para que continúe con fidelidad sirviendo a Nuestro Señor Jesucristo y a su Iglesia.
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