sábado, 8 de agosto de 2009
Sandra y Pedro, diputados poco serios
En 2005 y en 2007, cuando fue diputado, el médico peronista Ramiro López Bustos presentó, alternativamente, un proyecto de ley para prohibir fumar en establecimientos asistenciales, centro de salud, hospitales, clínicas privadas; escuelas; locales de espectáculos y medios públicos de transportes. Incluso, establecía apercibimientos y multas a los infractores.
En razón de que Ramiro siempre fue anti-zamorista, el proyecto fue dejado en los cajones de las comisiones de Salud y de Legislación General, esta última presidida por un fumador compulsivo como es el ex diputado Martín Dìaz Achával y hoy defensor del Pueblo de la provincia.
También Legislación General tenía como miembro a la diputada zamorista Sandra Generoso, una de las que más se oponía al tratamiento de la iniciativa toda vez que insistía su autor, López Bustos.
Lo penoso es que Ramiro dejó de ser diputado y Sandra fue reelecta. Por ello, ésta legisladora, que responde al gobernador Gerardo Zamora y al ministro de Gobierno, José Emilio Neder, no tuvo mejor idea que robar el expediente y, sin cambiarle una coma, le puso su firma y lo presentó como propio.
No tuvo la delicadeza de mencionar que el proyecto tuvo como autor a su ex colega e, incluso, ni siquiera reconoció que en los años anteriores no hizo nada ni desde la banca ni desde la comisión para cumplir con su obligación de legislar.
Hoy en día, como Sandra es la jefa del bloque zamorista, casi con seguridad que el proyecto se convertirá en ley, pero como no todos somos desmemoriados, es un deber informar a los legisladores y a la ciudadanía que la iniciativa es fruto del estudio y la dedicación del ex diputado Ramiro López Bustos.
Alguien, en la Legislatura, debería aclarar que la diputada Sandra Generosa no es autora, sino una mera impostora.
Otro que se fue de la Legislatura y ahora aspira a convertirse en fiscal del juzgado Federal de Santiago del Estero, y que dejó asignaturas pendientes es el abogado Pedro Simón.
Ya que hablamos de legisladores poco serios, recordemos que el propio diputado peronista Ramiro López Bustos, lo impugnó en 2006, por prácticas contrarias a un miembro del “Honorable cuerpo”.
Fue cuando periodistas porteños lo trampearon con una cámara oculta en el momento en que el Simón, como “representante del pueblo”, estaba expulsando a campesinos de sus tierras. Y era nada menos que el vicepresidente segundo de la Legislatura.
López Bustos fue el único legislador que se interesó del tema. Pidió informes, como correspondía, pero sus iniciativas durmieron y duermen en Asuntos Constitucionales.
Lo que se buscaba era investigar las denuncias vertidas en un programa periodístico de Canal 9 de Buenos Aires contra el entonces diputado Pedro Simón. Ningún diputado zamorista se animó a dar el paso correcto y conformar una comisión que se encargara de instruir actuaciones contra el presunto usurpador de tierras a los campesinos, pisoteando el dispositivo de la Constitución provincial en su artículo 134.
Por Simón, los diputados zamoristas quedaron sospechados y desprestigiados porque aparecen como encubridores de un colega que exhibió una conducta disonante con preceptos éticos y morales que deben regir la vida de “un elegido por el pueblo”.
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