¡Por fin!: D’Amico vuelve a la cárcel

El represor D’Amico.

Dicen los que saben y recuerdan lo que fue la represión en la provincia de Santiago del Estero, que el mayor (hoy retirado) Jorge D’Amico, desde la guarnición militar local, manejaba y controlaba, con exclusividad, el centro clandestino de detención de santiagueños a los que se torturaba y apremiaba. Algunos soldados que cumplían con el servicio militar obligatorio conocen detalles de los tormentos a los que D’Amico sometía a los detenidos santiagueños; muchos de los cuales encontraron la muerte durante los apremios del mayor torturador.
Hoy, anda por las calles libre y entreverado entre la gente común; la que no detuvo, torturó ni asesinó a nadie.
Siempre conforme a rememoraciones de testigos de lo que fue aquella época de plomo, se sabe que si Musa Azar tiene condena perpetua, “el mayor D’Amico debería tener varias condenas perpetua”. En efecto, dicen que D’Amico era el representante militar que respondía a sus altos mandos y manejaba “Inteligencia” en Santiago del Estero, y el que le daba órdenes al famoso “Side” local que conducía Musa Azar.
Todos saben que con la vuelta de la democracia fue “carapintada”, golpista y se levantó contra el gobierno de Raúl Alfonsín.
No obstante todo ello, debemos recordar que Carlos Juárez, en 1995, lo designó subsecretario de Seguridad y a Musa Azar subsecretario de Informaciones.
Sin embargo, D’Amico siempre fue un mimado de los jueces y de los medios de comunicación, porque no obstante el cúmulo de denuncias y causas abiertas en su prontuario, nadie se anima hasta ahora a dedicarle suplementos o dossiers como a otros represores pueblerinos.
Afortunadamente, acaba de aparecer el fiscal Federal Gustavo Gimena, quien con su dictamen logró el fallo de la Cámara Nacional de Casación Penal por el que se dispone “la inmediata aprehensión del represor Jorge D’Amico”, aunque los medios amigos todavía, al parecer, no se anoticiaron de tan importante decisión del tribunal.