Por Roberto Azaretto.
Santa Fe, poblada por gentes muy laboriosas, es tal vez, la más cercana por las características de su población, a la Argentina soñada por Alberdi y Sarmiento.
La agroindustria y la fabricación de maquinarias agrícolas y autopartes para la industria automotriz tienen un gran desarrollo a cargo de empresas de argentinos. Marcas famosas como Ferrari y BMW se proveen en esa provincia, lo que permite pagar salarios cercanos a los tres mil dólares mensuales.
En las elecciones primarias celebradas el domingo pasado, con el 75 % de votantes que contrastan con el promedio del 50 % de los comicios santiagueños, han dado otro paso adelante.
La boleta única implementada en Santa Fe ha logrado evitar el robo de boletas, que sufren los candidatos con menor estructura de fiscalización, y terminado con las listas amañadas por los punteros.
Los electores de Santa Fe han podido marcar a los candidatos que prefieren, por eso María Eugenia Bielsa y su lista de candidatos diputados provinciales sacó más votos que Agustín Rossi, el candidato a gobernador del kirchnerismo, a pesar del tercer puesto de su hermano Rafael Bielsa.
Rafael Bielsa era el candidato de Cristina Fernández y tuvo el apoyo de sus ministros más queridos como Amado Boudou que fue dos veces a Rosario en apoyo del ex canciller. El otro error que lo relegó al tercer lugar es que ya no reside en la provincia.
Fueron votadas expresiones moderadas y con buenas gestiones como el intendente de Rafaela, el justicialista Perotti y el de Santa Fe, el radical Barletta cuyo partido controla más de cien intendencias en esa provincia a diferencia del socialismo que, fuera de Rosario, casi no controla municipios en el interior.
Perotti fue sin apoyo nacional ninguno. Por otra parte el candidato de la coalición entre el PRO y el duhaldismo, Miguel Del Sel, mostró una potencia electoral inesperada.
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