Arde Santiago y se esperan cambios

Unos dicen que mañana 1 de febrero se va de vacaciones, y otros hablan de que está ensimismado en cambios de colaboradores.

Nuestras calles vacías a toda hora, advierten que estamos en vacaciones y que los santiagueños, en buena parte, hicieron las valijas y se mandaron a mudar en busca de paz y tranquilidad, cuando no mejores vientos, quizá un poco más frescos que lo que en este ambiente se respira.
Según los medios parece ser que en enero el único que trabaja es el gobernador Gerardo Zamora, quien va y viene dentro y fuera del país y cuando llega no para de inaugurar obras, lo que pone de buen humor a gran parte de la comunidad. (Los más cercanos dice que Zamora va a tomar vacaciones a partir de la mañana. Veremos).

Pero, también se advierte -para el beneplácito de muchos- que ya no lo rodean en torno de las fotografías ese sequito de impresentables que aun conforman parte de su gabinete. Dicen que el hombre habría tomado una prudente distancia desde que empezaron a trascender y hacerse públicas las maniobras delictivas del elenco ministerial. Otros manifiestan que los propios sospechados son quienes se van apartando del alto perfil, por temor a las represalias de la calle.
Los mismos vecinos de los nuevos ricos son los que quieren hacer justicia con mano propia. Esa parece ser la razón de las escondidas que se advierten a diario en el entorno de la Casa de Gobierno. Los pedidos de licencias anticipadas y otros subterfugios que inventan para no ser vistos.
De otra manera no se entiende la razón por lo que los medios no reflejan la actividad ministerial. También puede ser que los mandamases de cada área no producen nada positivo para mostrar, es decir no generan nada apreciable, o lo que sería más lógico es que se encuentren de vacaciones en playas paradisiacas a cargo de los dineros mal habidos durante varios años.
¿Es que el gobernador Zamora se quedó solo y sin salir de vacaciones? ¿Es el único que trabaja y da la cara? ¿O hay orden de “borrar” a los mamarrachos de la opinión pública?
Se dice desde adentro de los pasillos gubernamentales, que el jefe de la administración pública siente vergüenza ajena de la presencia y el mal desempeño de sus colaboradores. “Ya no los aguanta” -comentan las fuentes- y solo piensa en presentar un gabinete acorde al año electoral que ya está en marcha.
Por ello, “arde Santiago”, por las locas temperaturas, la agobiante humedad ambiente, por la calentura de la gente, y por la usina de rumores que circulan sin cesar dejando una lista de nombres que en algunos casos será reprobados y otros aceptados con seguridad. ¿Asumirán en medio de funcionarios sospechados de corruptela?