Salim + policías: es la droga, estúpido

Preocupación de los frienses por la introducción de carteles de drogas en la ciudad.

Hay que creer que el gobernador Gerardo Zamora no está informado, desde lejos, desde que asumió, de cómo se maneja la policía de la provincia. Claro, eligió a gente inepta e irresponsable. Un ministro de Gobierno como José Emilio “Pichón” Neder que nunca tuvo una idea para conducir políticas de seguridad pública y que desconoce por completo el quehacer policial. (Lo único que hizo, en épocas de Carlos Juárez y César Iturre, es solicitar ascensos o castigos, alternativamente, para policías de Loreto a los que exigía actividad partidaria y no el cumplimiento del deber). También Zamora se equivocó con el jefe de policía, Marcelo Pato, quien ha convertido a la repartición en un caos por su total irresponsabilidad. No está nunca en su despacho; “vive” en otros trámites. Se fuga y sus subalternos nunca lo encuentran para una simple consulta o un procedimiento trascendente. A veces oficia de “cadete” con algunas gestiones (fuera de la provincia) para los políticos del Poder Ejecutivo.
Así está la policía. Relajada. Sin espíritu de cuerpo. Descontrolada. Insubordinada. Patas para arriba.
Esto explica que cada comisario, sumariante o agente raso, busca reparo donde puede. Casi siempre lo encuentra en el referente o puntero político, que es el que, finalmente, maneja causas, expedientes y presos.
Otra verdad incontrastable: esta policía de Neder y de Pato ni a los jueces responde o respeta. Sólo acata a los políticos.
Todo porque el gobernador confió en funcionarios que además de ineptos e irresponsables, funcionan con absoluta falta de escrúpulos.

El “caso Frías”

Pasó en la ciudad de Frías, cuando en una pelea entre dos de los tres carteles que distribuyen drogas en la ciudad, destapó la interna policial que derivó en el crimen del agente Jonatan Barrera. Y dejó al descubierto, además, que el intendente de la ciudad, Néstor Humberto Salim, es el que metió la política en la repartición, prostituyó a sus integrantes y abrió las puertas a delincuentes de toda laya; entre ellos a los que traen y distribuyen drogas en el pueblo.
Zamora, Neder y Pato tienen que convenir que en el departamento Choya la policía responde única y exclusivamente a Salim. Comisarios y agentes no respiran (graficó un político friense) si no tienen autorización del intendente, lo que demuestra que es una fuerza al servicio de una persona y de sus intereses.
Son los mismos policías salimnistas que controlaron los camiones y repartieron mercaderías en jornadas proselitistas del intendente. Y que corrían a punta de pistola a los que acompañaban al candidato del PJ, Juan Manuel Baracat. Hacían guardia frente a las sedes del “adversario” para pasar las “listas” de los anti-salimnistas, amenazándolos o inventándole causas.
También “militaron” en el salimnismo junto a los tres principales distribuidoras de droga en Frías, quienes de ser choferes o guardaespaldas del intendente Salim pasaron a convertirse en empresarios poderosos.
Todo Frías sabe que son estos mismos uniformados que en sus “patrullajes” hacen sonar las sirenas de los móviles cinco cuadras antes de llegar a los domicilios de los distribuidores de droga, en una clara complacencia y complicidad con la delincuencia.
También es conocida la actitud de estos servidores públicos que antes de detener o liberar a un preso (así sea por una pelea callejera), primero le consultan al intendente. (¿Nadie de la superioridad les avisó que la policía tiene que dar cuenta única y exclusivamente y de manera reservada a los jueces?).
Fue la equivocación de la víctima cuando minutos antes de que lo asesinaran habló con Salim. Andaba detrás de uno de los tres carteles de droga de Frías.