jueves, 3 de noviembre de 2011

Exitosa conferencia de Ariel Álvarez Valdés, en Tucumán


El biblista santiagueño aseguró en la charla en Tucumán, que  la ciencia y la fe son complementarias.
 La conferencia “Darwin, La Biblia y el origen del hombre”, brindada por el teólogo biblista Ariel Álvarez Valdés, invitado por la Universidad de San Pablo T, ahondó en temas raramente analizados, que fueron tratados por el especialista en conjunto con la concurrencia.
El religioso santiagueño planteó que la ciencia y la fe son complementarias, que las Sagradas Escrituras son literatura que debe entenderse como un producto del contexto en el que fueron escritas y que la Iglesia debe romper el corsé dogmático en que se encerró leyéndolas sin el auxilio de la razón.
“Dios nunca me pediría que deje de usar el don más preciado que tengo, que es la razón”. La frase, formulada por Áriel Alvarez Valdés durante su exposición en la Universidad San Pablo T, marcó a fuego la conferencia que, bajo el título “Darwin, La Biblia y el origen del hombre”, sirvió en realidad para que, partiendo de la base de lo que alguna vez fue una disyuntiva mayúscula, el teólogo santiagueño desarrollara su teoría, basada simplemente en afirmar que Dios, esencia de las religiones como construcciones culturales de la humanidad, es el principio y el fin de todo, esos extremos hasta los cuales la ciencia no pudo ni podrá llegar.
La disertación del controvertido biblista, que se enmarcó en el II Octubre Tecnológico de la casa de altos estudios, tuvo lugar en el primer piso de la sede centro de la institución, ante un selecto auditorio que siguió con suma atención la ponencia de poco más de una hora del especialista. Luego de una introducción en la que rememoró el antecedente más célebre que se conozca de un entredicho entre la ciencia y la religión, que terminó con la retractación forzada de Leonardo Da Vinci, Álvarez Valdés abundó en detalles sobre la vida y obra de Charles Darwin, hasta concentrarse en el alumbramiento de El Origen de las Especies, libro que suscitó una polémica tan ardua que aún subsiste, pese a los esfuerzos que se hicieron por plantear teorías que la superen.
Tras enunciar y refutar una a una, el teólogo advirtió que, ante la imposibilidad de que la ciencia aborde a Dios sin cometer errores, o que la teología siga el camino inverso sin desembocar en el mismo resultado, lo razonable resulta ser distinguir los rasgos fundamentales que diferencian una de otra, según refieran a dictámenes comprobables, basados en evidencia física, o dogmas de fe. “La ciencia explica cómo surge el hombre, no de dónde, porque eso lo enseña mejor la teología”, sostuvo durante la charla.
En este punto, el religioso santiagueño se explayó enumerando los desaciertos - según dijo- que se pueden encontrar en los textos bíblicos si es que se interpretan de un modo literal antes que literario. Y es que según su visión, las Sagradas Escrituras no son más que una serie de obras elaboradas con distintos estilos literarios cuyos contenidos, forma y presentación, fueron definidos por el contexto en que fueron escritos. Así, episodios como la creación en seis días, la existencia del Paraíso terrenal o el Diluvio, fueron reducidos por Alvarez Valdés a simples historias que, a manera de metáforas, buscaban apurar con imágenes el resultado del esfuerzo intelectual.
De esta manera, la exposición desembarcó invariablemente en la temática que derivara, hace algunos años, en la renuncia del disertante al clero. Ya en el período de preguntas del auditorio, el intelectual se explayó en una devolución, llegando a asegurar que la Jerarquía Eclesiástica evita por todos los medios, que temas que hoy son revisados por los estudiosos, puedan ser abordados. Y así como muchas religiones tomaron literalmente pasajes de la Biblia para crear prohibiciones como tomar café, celebrar fiestas o donar sangre, "la Jerarquía impone normas que se multiplican y toman como válidas pese a carecer de un correlato bíblico que las sustente".
Según Álvarez Valdés, cuando la Iglesia se avenga a discutir cuestiones de fondo que hacen, sobre todo, a una correcta y racional interpretación de la Biblia, se habrá subsanado una de las mayores falencias que obran para alejar a los fieles de la Palabra de Dios.

No hay comentarios: