Enojadísimos están los diputados Francisco Alberto Pancho Cavallotti y José Luis Zavalía, porque sus reclamos y planteos contra las presuntas irregularidades y supuestos desmanejos de la cosa pública por parte de la administración provincial no son difundidos por la prensa tradicional. “Hablamos para los taquígrafos”, coinciden y reaccionan “porque esta mordaza a la que nos someten nos descoloca con la ciudadanía, la que no se informa de los proyectos que presentamos y el pueblo va a creer que no trabajamos o que no que intentamos legislar”.
Lo que no saben Cavallotti y Zavalía es que ni para los taquígrafos hablan, porque nadie sabe a dónde van a parar los apuntes que levantan los empleados legislativos. Decimos esto porque ya se van a cumplir cinco años que no se publican los Libros de Sesiones; pese a la moderna Imprenta con la que cuenta la Cámara de Diputados.
Reglamentaristas
De todos modos, trascienden datos y pasajes interesantes de los debates. El martes pasado, por ejemplo, Zavalía buscó fundamentar su proyecto de comunicación por el que aspira que algún funcionario del poder administrador le informe cuántos vehículos automotores fueron adquiridos durante estos cinco años de gestión.
Pero la diputada zamorista-kirchnerista-nederista Sandra Generoso, a los gritos, le exigió al presidente del Parlamento, Ángel Niccolai, que “le corte el uso de la palabra porque superó los tres minutos que le permite hablar el Reglamento Interno”. Sin más, se le cerró el micrófono al radical opositor.
La verdad, el bloque de zamoristas-kirchneristas (integrado por nederistas, iturristas, lorenzistas y ex radicales), pretende que los pesos pesados de la oposición (Pancho y José) estén congelados. Claro, los ultra oficialista temen que se propaguen denuncias y críticas y, sobre todo, que se destaquen dos de la contra frente al conjunto de mudos que componen los bloques allegados al calorcito de la Casa de Gobierno.
Aunque se mantenga la mordaza para los opositores, bueno sería que se propaguen al público iniciativas y políticas de Estado que dicen defender los diputados santiagueños oficialistas. Muchos comprovincianos están ansiosos por conocer cuál es el “proyecto” del Frente Cívico y hacia dónde se orientaron y distribuyeron los 25 mil millones de pesos que (fuera de los fondos para obras públicas que costea la Nación), recibió esta administración provincial en cuatro años.
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