El padre “Pepe”, que llegará a la diócesis de Añatuya para comprobar el unicato que impuso el gobernador Gerardo Zamora. |
Trabajará en la jurisdicción del Obispado de Añatuya, y ya viene pensando en cuestiones serias que le pasaron a la Iglesia de Santiago del Estero. Por ejemplo, aspira a encontrar explicaciones sobre los motivos y circunstancias en que falleció de modo valiente el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Gerardo Sueldo, el 4 de septiembre de 1998.
De todos modos, al menos cuando arribe a Añatuya va a encontrar un aliado, como es el padre Sergio Raffaelli, párroco de la ciudad, quien en un reportaje en la radio porteña Continental, le anticipó a “Pepe” con qué se va a encontrar cuando llegue a nuestro medio. Entre otras cosas, habló sobre el gobernador Gerardo Zamora: “Tiene dos discursos, uno para afuera, apoyando al gobierno nacional y otro para la provincia de Santiago del Estero”, describió Raffaelli.
De inmediato, también por la misma emisora, “Pepe” le respondió: “Voy a establecerme en Santiago por una decisión personal de seguir mi tarea pastoral en el interior del país”. Esa frase dice todo: “Pepe" va a ponerse al lado de la gente y en contra de los poderosos.
También Raffaelli le contó sobre la situación precaria de los campesinos de la provincia; víctimas de los desalojos y de la prepotencia de los empresarios que arrasan sus montes.
El párroco de Añatuya siguió con sus críticas a Zamora: “Se muestra amigo político de la presidenta (Cristina Fernández) Kirchner, pero se muestra de una manera para los de afuera y de otra manera para nosotros los habitantes de Santiago del Estero”.
Sin duda, el padre “Pepe” va a lidiar de entrada con este gobierno que nada sabe sobre cuestiones capitales como justicia social, igualdad de oportunidades y derechos.
La magnitud espiritual de este cura y su obra impecable y humanitaria con los más débiles y vulnerables, nos obligan a todos (en especial a los santiagueños) a ser custodios permanentes de la situación personal e institucional en el tiempo de su permanencia en la diócesis de Añatuya.
También cuando llegue a Santiago del Estero se va a informar cómo el obispo diocesano de Santiago del Estero, Francisco Poli ha prohibido a sus curas a hablar en sus charlas u homilías sobre la realidad social, política e institucional de la provincia.
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