sábado, 30 de julio de 2011

Cristina vapuleó a su publicista Braga Menéndez

Por Alexis Di Capo, para el Informador Público.
Una Presidente enojada con publicistas y operadores, por los malos resultados electorales.
Los fantasmas de la derrota asolan la casa de gobierno. Cristina Fernández de Kirchner se debate entre la ira y la histeria incontenible, propios de una perdedora que se niega a reconocer la realidad. Así es que tiende a no asumir la realidad y naufraga en un mar de contradicciones que les dificulta a sus seguidores la recomposición de la estrategia radical.
La rebelión en el oficialismo continúa y se acrecienta, los ataques y pases de facturas no cesan. Según trascendió desde el entorno de Olivos, hace pocos días y en oportunidad del lanzamiento privado de una serie de videos de propaganda política que la proyectan a su reelección, Cristina tuvo un doloroso intercambio de acusaciones con su publicista estrella, Fernando Braga Menéndez. Éste, luego de mostrarle el spot realizado para inicio de la campaña, advirtió en varios focus groups que la presidente producía un fuerte rechazo en la población, más precisamente, los resultados ofrecidos hablaban de que masivamente se critican su voz e idioma gesticular, agregando que la indumentaria era groseramente repudiada, especialmente por el público femenino.
Braga Menéndez no tuvo mejor idea que comentárselo a la Presidente. Todavía se escuchan sus gritos de histeria. Es que el estrellado publicista no tuvo mejor idea que sugerirle que se reemplazara su voz por una locutora en off.
Tal vez lo más significativo y extraño fue el corolario de la situación descripta, porque el spot en cuestión con relato en off, junto con otro igual con voz de Cristina fue exhibido dentro del gabinete y casi todos los funcionarios, ignorando los antecedentes de la pelea, eligieron el de relato en off.
En tanto, desde una de las secretarías del Ejecutivo se encargó una muestra de intención de voto sin identificar al solicitante.
El trabajo -muy confidencial- se concretó en la zona central del país (Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires). El resultado alarmó en la Casa Rosada, ya que cerca del 70% de los encuestados no piensa votar a las actuales autoridades.
De más está decir que nadie quiso ser el mensajero que le arrime estos números a Cristina Fernández de Kirchner. El monje negro, encarnado en Carlos Zannini, dijo que él se encargaría del tema. El principal problema que afronta la mesa chica para pasar a la contraofensiva es que este domingo el inevitable triunfo de Mauricio Macri profundizaría el clima de desgaste.

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