El doctor Ariel Álvarez Valdés, durante una de sus charlas, en Chile. |
El primer curso fue sobre el tema “Como es Jesús en el Evangelio de Lucas”, y tuvo lugar en el barrio de Apoquindo. Estuvo organizado por la Fraternidad Dominicana Laical, y tuvo lugar en un colegio de las hermanas dominicas de Santiago. Más de 300 personas asistieron para participar del curso. Ésta es la cuarta vez que se realizan estas clases bíblicas. “Es grandioso ver cómo la gente va creciendo, madurando y asumiendo de a poco que la Iglesia chilena no va a cambiar si no la cambian los laicos. Gracias a Dios vemos el gran compromiso que gradualmente van teniendo todos, en querer sentirse parte de la gestación de una nueva Iglesia, más evangélica y comprometida con la realidad”, dijo un asistente.
El segundo curso, titulado “El lenguaje de la Biblia”, giró en torno a los géneros literarios y a los presuntos errores de la Biblia. Estuvo organizado por la editorial San Pablo de Chile, en el centro de la ciudad de Santiago, y de él tomaron parte numerosas religiosas y catequistas de diversas parroquias.
El tercero fue organizado por una fundación francesa, llamada FONDACIO. Más de un centenar de personas se dieron cita para participar de un curso introductoria, titulado “Tres claves de lectura bíblica”. A él asistió gente más formada y preparada en el aspecto bíblico, y con muchas inquietudes de trabajar por una mirada nueva de la Iglesia. Algunos miembros y dirigentes de dicha fundación se dedican a dictar cursos bíblicos con los libros y DVD de Álvarez Valdés.
Viña del Mar
Finalmente el cuarto curso fue en la ciudad de Viña del Mar, a 120 kilómetros al oeste de Santiago. Estuvo organizado por la AMAC (Mujeres de Acción Católica), que desde hace tiempo conocen y difunden los videos y los libros del biblista santiagueño.
En todas las charlas los asistentes pudieron participar mediante preguntas, cuestionamientos y planteos que los llevaron a comprender mejor los nuevos estudios e investigaciones de la Iglesia Católica sobre la interpretación bíblica. “Lo llamativo fue ver la gran cantidad de jóvenes y adolescentes que asistieron a las charlas”, concluyeron los organizadores.
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