Por Virginia Vulrrich
Cayó muy mal en el entorno radical la nota que ayer firmara Balban Ortiz -en exclusiva para Arena Política-, sobre el “Toma y daca en las relaciones Zamora-Kirchner” al revelar una suerte de canje-político gestado en la Capital Federal, que consiste en que nuestro gobernador le cedería al presidente del Partido Justicialista, boletas del Frente Cívico, con más sus estructuras y aparato incluido, para que en ellas fuesen colocadas con exclusividad una nómina de capitostes del peronismo local.
“No lo puedo creer -dijo una diputada presta a asumir su banca la semana el viernes 20- que hayamos llegado al colmo de la denigración como partido serio”.
“Se puede aceptar que te coloquen un ministro o dos -prosiguió en su relato- pero toda la lista de diputados nacionales es un verdadero escarnio que va a repercutir mal”, sentenció malhumorada.
Otros dirigentes nos hicieron conocer su opinión por intermedio de correo electrónico, pero lamentablemente el contenido de los mensajes, exceden la grosería por lo que consideramos que resulta imprudente su publicación.
De todos modos, la dirigencia del radicalismo no ve con bueno ojos el trueque prebendario que el gobernador puso en evidencia entre su circulo de confianza y que pudo trascender hasta este diario en forma inmediata, por lo que se hizo conocer a la opinión publica al sólo efecto de que no viera vulnerada su confianza ante estos manejos tan poco elegantes y antidemocráticos.
Por otra parte es evidente que el jefe del justicialismo nacional parece haber caído en desgracia con el consenso popular, que le era provechoso hace menos de un año, y dan muestras de esa situación la fuga de legisladores nacionales que le dijeron No a su forma de hacer política.
Por estos pagos ya se lo vio al dirigente “provincial-porteño” Marcelo Nazar hacer lobby en cercanías de la quinta de Olivos para hacerle conocer a Néstor Kirchner -a la hora del armado de listas para las diputacías nacionales- , que es consejero del partido, al igual que el ministro de Gobierno José Emilio Neder.
Pero como el mandamás ya tiene el tablero armado, seguramente se hará un tiempito para saludarlos. Es que en el reparto siempre hay algo para conformar a los demás, es como el ilusionismo del mago que saca cosas impensadas de la vieja galera.
El dicho popular: “Tomá vos y dale a Braulio” viene por estos lados, a copar la parada. Lo que vale es la obsecuencia y la inclinación permanente. Es que el rotulo de “peronistas” ya es historia.
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