Radicales “peronistas” y peronistas “radicales”

“Iturrito”.

“Iturrito” es diputado provincial gracias a una colectora de Gerardo Zamora. De ahí que sea un aliado del Poder Ejecutivo en la Legislatura que vota a pie juntillas con el oficialismo y retruca las reconvenciones de los tres o cuatro opositores. Es, en una palabra, un “peronista” vendido que enajenó la Corriente Renovadora que heredó de su padre. Pero es un travesti más, en razón de que a nivel nacional dice militar en el duhaldismo, junto a otro filo zamorista como Pedro Brué. ¿Cómo se entiende este doble juego? Simple, son quintacolumnistas de Zamora, porque si no estuvieran mandados por el gobernador ha infiltrarse en el duhaldismo, ¿cómo se explica que tengan abiertas las puertas de la Casa de Gobierno y los espacios en todos los medios del oficialismo? Se deduce que son “candidatos” zamoristas puesto allí para quitar votos a los verdaderos opositores del régimen.
Es el mismo caso de Ángel Llamazares, que es diputado del Frente Cívico. Del riñón del gobernador. Por ello en la Legislatura actúa como oficialista puro. Luego, en el gremio de Uatre y en la obra social Osprera, es “hombre” de Gerónimo “El Momo” Venegas y, consecuentemente, promete el oro y el moro a la causa de “Duhalde Presidente”.
Farsantes. Oportunistas. Mercenarios. Mendicantes.

Se acordaron de Juárez

También está el caso de los muchachos de la CGT y de las 62 Organizaciones Peronistas que se alinearon en el zamorismo-kirchnerismo y enterraron para siempre sus banderas justicialistas. Acompañan a un régimen de otro signo y son responsables del vaciamiento del PJ-Santiago.

“Zamoristas” de la CGT y las 62 Organizaciones, que tarde se acordaron de Carlos Juárez.

Para ellos la sede partidaria no existe. El “partido” en el que militan está en la Casa de Gobierno de donde mensualmente recogen las propinas con las que se les paga (disfrazando subsidios a mutuales y/o entidades que no existen), el servicio de no defender al movimiento obrero organizado y convertirse en oficialistas con el menudeado verso de “garantizar la gobernabilidad y la paz social”. Pero al mismo tiempo, en otra voltereta, se cruzan de vereda y le rinden “homenaje” a Carlos Arturo Juárez en el primer aniversario de su muerte. No advierte que no vale con el “líder y conductor” desaparecido.
Antes, cuando estaba preso y enfermo, ninguno de éstos sindicalistas tuvo el coraje político de golpearle la puerta al “viejo” para explicarle por qué abandonaron el PJ y se convirtieron en zamoristas y en kirchneristas.

Se acordaron de Yrigoyen

En la misma carpa están los que declaman su “radicalismo” (el de Alem y el de Yrigoyen), pero militan en el kirchnerismo. Que pergeñan y concretan escandalosos negociados con sobreprecios en obras públicas en nombre de la transversalidad y con socios del gobierno nacional, famosos en irregularidades, corruptelas, asociaciones ilícitas y enriquecimiento ilícito.

“Kirchneristas” frente a la estatua de Yrigoyen.

Cantan la marcha Los Muchachos Peronistas cuando están con los kirchneristas, aunque después se muestran conturbados frente al monumento a don Hipólito Yrigoyen (como ocurrió la noche del domingo), y le rinden homenaje que hacen extensivo a figuras como Leandro Alem y Ricardo Alfonsín. Y, en una suerte de mejunje, en el mismo acto yrigoyenista mencionan a otro “patriota” (que no era para nada radical) como Néstor Carlos Kirchner.
(¡Qué lástima que desde sus corazones radicales se olvidaron de mencionar a don Benjamín Zavalía! Capaz que como no se llevó ni una lapicera de la Casa de Gobierno, “Don Benja” no figure en la lista de “próceres” de esta caterva de “nuevos políticos” que gobiernan “el nuevo Santiago”).
Son los “radicales” que llevan como candidata a la Presidencia a una peronista (que se identifica con los “montoneros” o con la “tendencia revolucionaria”), traicionando a sus ideales y desairando al postulante oficial de la UCR, como es “Ricardito” Alfonsín.

Un juez que delinque

Además, son los “radicales” que fueron echados del partido y por ello en su alianza (Frente Cívico) no figura el radicalismo, aunque siguen como “okupas” de la sede del Comité Provincia gracias a la flagrante violación de los deberes de funcionario público en la que incurre el juez Federal (militante y ex diputado y ex funcionario del zamorismo), el bandeño Guillermo Molinari.
Delinquir, eso es lo que hace este juez puesto a dedo del número 14 de la lista de méritos en la terna para que Cristina Fernández de Kirchner lo nombrara en el juzgado Federal de nuestra provincia.
Y delinque porque no ha dado cumplimiento a lo dispuesto por la jueza Federal N° 1 (con competencia dentro de los partidos políticos nacionales), María Romilda Servini de Cubría, de dar la posesión del Comité Provincia de la UCR a los verdaderos radicales, y sacar con la Policía Federal a los okupas zamoristas.
Ni pícaro ni siquiera es este Molinari. En todos los casos arguye que se le “extravían” los oficios que recibe de la Justicia Electoral Nacional.