Valor y significado de los 57.156 votos de “Chabay”

“Chabay” Ruiz, el referente de la oposición a Gerardo Zamora.

El intendente de La Banda, contador Héctor Eduardo “Chabay” Ruiz, (fogueado desde la década del ’80 en las porfías electorales), protagonizó el domingo 23 una de sus contiendas más ingratas: con cero prensa, cero fondos “electorales” y con cero movilidad.
Hay que recordar que por un pedido expreso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner puso el pecho para encabezar la nómina de candidatos a diputados nacionales, convirtiéndose en “cabeza de la lista del cristinismo en Santiago del Estero”. No se amilanó ante tamaño desafío, aunque esa postura le dejó un tendal de disgustos y encontronazo con “amigos fuertes” que, convertidos en socios del zamorismo, le pidieron que se bajara de la candidatura.
Claro, “Chabay” optó por aceptar la propuesta que le hizo la Presidenta y enfrentar al régimen. Se jugó en una lucha despareja y no temió enfrentar a la ingeniería de Zamora que proclamó a sus acólitos que estaba en marcha su plan de “eliminación política” de Ruiz.
Se puso la casaca del gladiador (como decía Carlos Juárez) y se convirtió en el único político dispuesto a enfrentar a la hegemonía y al unicato (respaldados con mucho dineros del erario público) del zamorismo.

Se animó a la pelea

Con un puñado de quijotes anti-régimen, “Chabay” no abandonó la campaña, y puso tesón y sacrificio para recorrer toda la provincia. Sin proponérselo, se convirtió en el único dirigente político que encarnó la oposición al zamorismo gobernante.
Soportó la censura total de todos los medios más importantes (casualmente, controlados por el jefe de Gabinete, Elías “Sugus” Suárez), que a cambio de “borrar” a Ruiz percibieron jugosas sumas de dinero en concepto de “pauta publicitaria”. A los “”grandes” se sumaron también a esa tacha de “Chabay” los pasquines y las radios FM del interior que perciben emolumentos del inefable “Sugus”.
A Ruiz le quedó un solo camino: hablar “mano a mano” con la gente, y esa militancia le dio frutos con los 57.156 votos que se agigantan a raíz de que fueron obtenidos desde la intemperie y el desamparo.
Supo captar a los santiagueños que no están de acuerdo con el zamorismo, y que repudian el accionar de un gobernador que acumuló poder por la formidable transferencia de recursos públicos (que envía la Nación para planes y obras a favor de los desposeídos), y que a la vista de todos los despilfarra a través de escandalosos actos de corrupción.
Los que votaron a “Chabay” son los que no aceptan la falta de calidad institucional por un Poder Legislativo que practica la genuflexión (con dos o tres excepciones), un Poder Judicial sometido y obediente a los dictados del Poder Ejecutivo, y la falta de total de libertad de prensa y de expresión.
Ruiz conquistó mujeres, hombres y jóvenes que no se la creen al “progreso sin precedente”, y son conscientes que las obras faraónicas (Terminal de Ómnibus, Autódromo, etc.), sólo sirvieron para enriquecer a funcionarios que exhiben la “riqueza” de la provincia a través de la ostentación de sus bienes personales.
Los 57.156 ciudadanos se pronunciaron en contra del festival del despilfarro bajo la mascarada del progreso, que se festeja con costosos festivales, caravanas y mitines (celebrados con fuegos artificiales), que se asemeja al pan y el circo que identificó a la decadencia del imperio romano.
Son, en definitiva, los santiagueños que no quedan presos de la propaganda política pagada con fondos públicos que compra conciencias y dibuja una realidad y una institucionalidad manifiestamente de utilería.
Será por ello que el lunes en conferencia de prensa, y el martes, en un plenario,"Chabay" dio la cara y se mostró satisfecho por tantos santiagueños que no solamente no se venden, sino que aportaron 57.156 apoyos a Cristina.