Ya no hay prensa escrita, radial o televisiva que difunda, a cada rato, que uno de los tantos cargos que se imputaría al ex intendente Julio Alegre es la utilización de una tarjeta de crédito “extendida” por el empresario farmacéutico Alejandro Fochi.
¿No era Fochi, acaso, para toda la prensa, “el mejor testigo” porque había aplastado a Alegre con sus declaraciones?
¿Por qué, a menos de 12 horas, cambió la línea y ahora, diciendo que Alegre gozaba de “la extensión” de una tarjeta de crédito del empresario, lo mandan “en cana” al testigo.
Lo que llama poderosamente la atención es que después de la abundante información sobre esta presunta irregularidad de funcionario-empresario, ¿a dónde están los fiscales y el juez Gustavo Herrera que no actúan?
Creemos que la justicia está como enredada. Por un lado se busca a un prófugo y, por el otro, demora en aprehender a un aparente cómplice de una de las tantas maniobras que se le imputan al funcionario renunciante.
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