Seríamos unos aventureros mas si emitimos opinión sobre el caso Alegre sin expediente en mano ni conocimiento cierto de los hechos. Pero, parece mentira, que los medios periodísticos -en especial unos pocos- cuenten con prueba documental sobre los hechos que se investigan y, más aún, le “aconsejen” al juez de la causa sobre la carátula a instruir.
Sólo ellos, representados por algunos oficiosos periodistas, pueden desde la impunidad vulnerar el secreto del sumario y, para el asombro de muchos, son los que llegan hasta la misma oreja de Su Señoría.
En horas de la mañana sólo se sabía que Alegre había renunciado a su cargo de manera indeclinable. La nota fue publicada. Nadie dijo si se la aceptarían, pues en Derecho ello acarrea efectos distintos. Más tarde ya se conocía el nombre del concejal reemplazante, aunque estos aun no se encontraban reunidos. Lo que llamó la atención es que también se informaba sobre la designación de un funcionario en la Coordinación del Gabinete comunal.
De inmediato nos preguntamos si la noticia era cierta. ¿Cómo es posible que en el seno de un municipio autónomo y prácticamente acéfalo, tras la renuncia de todo el gabinete, se mencione el nombre de una futura designación que debe designar el nuevo jefe comunal que todavía no había sido elegido, con la rúbrica de los secretarios pertinentes?
¿Cosa de locos? No. Digamos cosa de pícaros. Y ello es así porque al medio día se informó desde la televisión que ese señor que se anunciaba en la Coordinación del Gabinete es el mismo que juró en el cargo y es más, también resultó elegido el concejal que se anunciaba como intendente.
Fueron todos actos planificados en un largo tiempo.
En este caso todo fue en cuestión de minutos, que es como decir… la cena está servida.
No conocemos en persona al señor Alegre. Sólo lo vimos en algunas fotos, siempre en primera plana, reiteradamente acompañado por los representantes más conspicuos del poder en cualquiera de sus formas, tanto públicos como privados.
Pero ellos, en su conjunto, lo deben haber conocido en todo su accionar no sólo porque compartieron el poder, sino porque siempre estuvieron presentes en todo acontecimiento importante desde la asunción del gobernador Zamora.
Hoy, la noticia de su renuncia y detención y en especial las causales que supuestamente la motivan, se difunden a nivel nacional. Noticia un tanto exagerada, para nuestro gusto. Ello, porque está solo ante varias acusaciones, sin derecho a defensa aún y porque también está solo sin que lo acompañen -ni se los investigue- a sus correligionarios del Poder Ejecutivo, quienes -al decir de la prensa-, tienen muchas cosas para declarar en sede judicial.
Nos extraña tanta vocinglería, al otro día de las elecciones. Sorprenden tantos mínimos detalles que exageran el asombro. ¿Habrá funcionarios tan ingenuos? ¿Alegre lo es? No lo creo.
Pero la “cama” que le prepararon al ex intendente, la verdad que da miedo. Tiene más de cuatro plazas.
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