No se trata de zafar, se trata de la justicia

Por Cantera Popular-Juventud Radical Nacional.

Una mancha más al tigre podría no preocuparle a nadie, pero no se trata de un tigre, se trata de la República. Las valijas de Antonini, la bolsa de dinero en el baño de Miceli, el avión de Jaime, la patota de Moreno, el descreimiento del Indec, el escándalo en el Inadi, el enriquecimiento patrimonial inexplicable con los magros sueldos de presidentes como los K, la represión en Jujuy y a los Quom en Formosa, ministerios que entregan a fundaciones millones de pesos sin ningún tipo de control, medios financiados por el estado para propaganda oficial o para hablar de otros medios y ahora enlutando a la República un escándalo que mancha al máximo tribunal de justicia de la Nación.
No se trata de usted “Excelentísimo” Juez, se trata de que sus acciones repercuten en lo que representa y que tanto nos costó y cuesta en este país. No se trata de una operación de los medios, ni de campaña política, ni de oficialismo ni oposición, se trata de la responsabilidad que le es exigida por la investidura que reviste, se trata de haber omitido los deberes de cuidado que hubieran evitado que una situación tan lamentable se produzca.
Sr. Juez se trata de que en sus propiedades se descubrió que existían prostíbulos donde se pudo cometer el terrible delito de trata de personas- la esclavitud de nuestro siglo, que atenta contra los derechos humanos pues vulnera la esencia misma de la persona: vida, libertad, integridad y dignidad.
Sr. Juez sin lugar a dudas de su culpabilidad o no, se encargara la Justicia, para nosotros, como todos en este país es inocente hasta que se demuestre lo contrario, le pese esto a quien le pese no estamos dispuestos a violarlo como lo han venido haciendo la Presidenta y los medios oficialistas con los casos judiciales en trámite de quienes ellos consideran oposición.
Pero Usted sabe que esto se trata, también, de las responsabilidades políticas, por estar a cargo de uno de los poderes del Estado, y le cabe a la política discutirla y resolverlo. Sepa que a usted le otorgaron, hasta que dure su buena conducta, el mayor cargo que existe en la Justicia Argentina y lo sucedido no está a la altura de lo que se espera de dicha magistratura, por lo menos de nadie que contesta: yo no sabía que eso pasaba en varias de mis propiedades. Usted podrá alegar que lo alquilo, y que los inquilinos violaron el destino convenido, y que no fue en una sola; que tuvo la mala suerte de que sucedió en varias de ellas, pero un juez que no puede controlar lo que pasa en sus propiedades, difícilmente podrá ejercer el control que le ha sido encomendado para lograr el equilibrio de los poderes de este Estado Constitucional y de Derecho.